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El nuevo presidente francés, el centrista Emmanuel Macron, designó ayer al conservador Edouard Philippe como su primer ministro, en una decisión que busca ampliar su respaldo político y debilitar a sus rivales antes de las elecciones legislativas de junio. Además, tras una reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, ambos acordaron revitalizar el eje franco-alemán para lograr una UE más efectiva y protectora.
Edouard Philippe, de 46 años, un legislador y alcalde de la ciudad portuaria de El Havre, pertenece al ala moderada del principal partido de centroderecha, Los Republicanos, y será un contrapeso de los ex parlamentarios socialistas que se unieron a la causa de Macron.
El mandatario prometió terminar con las políticas de izquierda y derecha que dominaron Francia por décadas, y su partido La República en Marcha (REM), que solamente tiene un año, necesita hallar una amplia base de apoyo para las elecciones parlamentarias que se realizarán en junio próximo.
Philippe está vinculado al ex primer ministro Alain Juppé, quien lidera el ala moderada de Los Republicanos y ha indicado que ayudará a Macron en su gobierno.
Además, la decisión del nuevo mandatario francés de no nombrar a un candidato de la REM para oponerse al ex primer ministro socialista Manuel Valls en su distrito electoral en los comicios de junio hace más difícil el panorama para una dividida izquierda.
Es la primera vez en la historia política moderna de Francia que un presidente designa a un primer ministro fuera de su partido sin estar obligado por una derrota en las elecciones parlamentarias.
En tanto, en la primera visita oficial de Macron a Berlín, apenas 24 horas después de acceder al cargo, la canciller Ángela Merkel y él se comprometieron a poner todo de su parte para mejorar la compenetración entre las dos capitales para poner en marcha de una “hoja de ruta” conjunta que sirva para reforzar y modernizar a la Unión Europea (UE), que atraviesa un “momento crítico”
“Necesitamos una refundación del proyecto europeo”, aseguró Macron, quien consideró que para ello es preciso “recomponer la confianza” de la “relación histórica” entre París y Berlín
“Vamos a dar un nuevo impulso a nuestras relaciones con un nuevo proyecto”, declaró Merkel tras recibir a Macron con honores, y agregó que “a Alemania sólo le puede ir bien cuando a una Francia fuerte le va bien”.