Corea del Norte dijo hoy que realizó una prueba exitosa de un nuevo misil de mediano a largo alcance el domingo, supervisada por su líder Kim Jong-un, quien buscó verificar la capacidad de llevar una “cabeza nuclear pesada de gran escala”. Mientras que Estados Unidos pidió más sanciones para Pyongyang y junto con Japón, convocó a sesión urgente de la ONU.
Estados Unidos no debería negar la realidad, ya que las armas norcoreanas pueden alcanzar tanto las posiciones estadounidenses en el Pacífico como el territorio firme de Estados Unidos, dijo Kim Jong Un, de acuerdo con la agencia oficial de Pyongyang KCNA.
Con ello, Corea del Norte volvió a desafiar los llamados internacionales para reducir su programa armamentista al disparar un misil balístico que cayó en el mar cerca de Rusia el domingo, días después de que un nuevo líder llegara al poder en Corea del Sur, prometiendo involucrar a Pyongyang en el diálogo.
El misil fue lanzado al mayor ángulo posible como para no afectar la seguridad de los países vecinos, y voló 787 kilómetros, alcanzando una altitud de 2.111,5 kilómetros, reportó KCNA.
“La prueba buscó verificar las especificaciones tácticas y tecnológicas del cohete balístico nuevo, capaz de llevar una cabeza nuclear pesada de gran tamaño”, indicó la agencia.
Tras la prueba, Estados Unidos hizo un exhorto internacional: “Que esta nueva provocación sirva de llamamiento a todas las naciones para implementar sanciones mucho mas fuertes contra Corea del Norte”.
El misil impactó “tan cerca de suelo ruso (...) que el presidente [Trump] no puede imaginar que Rusia esté contenta”, añadió la Casa Blanca en un comunicado.
“No hay ninguna excusa que justifique las acciones de Corea del Norte. [El misil] cayó cerca de Rusia. China no puede tener expectativas en el diálogo. La amenaza es real”, tuiteó ayer la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley,
Estados Unidos y Japón solicitaron una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para examinar el tema. La sesión se realizaría mañana, de acuerdo con lo que informó Uruguay, país que preside el Consejo de Seguridad.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, calificó el lanzamiento del domingo de “totalmente inaceptable” y de “grave amenaza” para Tokio.
En tanto, Rusia le resto importancia al ensayo norcoreano. El ministerio de Defensa ruso afirmó más tarde que el misil se había estrellado a unos 500 km de su frontera y que “no representa ningún peligro” para el país, de acuerdo con un comunicado difundido por las agencias de prensa rusas.
El Kremlin dijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, y el mandatario chino, Xi Jinping, expresaron su preocupación “por la escalada de tensiones” durante una reunión en Pekín. China reaccionó pidiendo “moderación” y recordó que “se opone a la violación por parte de Corea del Norte de las resoluciones del Consejo de Seguridad”, indicó el ministerio de Exteriores.
La Unión Europea también reaccionó a la prueba y afirmó que este lanzamiento realizado por Pyongyang supone una “amenaza para la paz y la seguridad internacionales”.
Se cree que Norcorea desarrolla un misil balístico intercontinental capaz de transportar una cabeza nuclear y alcanzar EU. El Comando del Pacífico de Estados Unidos dijo que evalúa el que fue lanzado, pero que “no era consistente” con uno de este tipo.