El presidente electo de Francia, Emmanuel Macron, estuvo ayer ocupado con los preparativos del traspaso de poderes de hoy, para el cual ya alistaron un despliegue de seguridad en París.
El presidente saliente, François Hollande, le entrega un país golpeado por el terrorismo yihadista, con tibios signos de recuperación económica y una profunda división política y social.
La ceremonia de traspaso de poderes es hoy a las 10:00 de la mañana hora local, con la llegada de Macron al Palacio del Elíseo, donde le estará esperando Hollande.
Tras el encuentro de rigor entre ambos, durante el cual Hollande le comunicará los códigos nucleares y otras informaciones confidenciales, se sucederán una serie de ceremonias y una visita al Ayuntamiento de París.
La Prefectura de Policía va a desplegar cerca de mil 500 agentes y a poner en marcha un conjunto de medidas de seguridad que incluyen el cierre al tráfico en un perímetro de los Campos Elíseos.
Una de las principales medidas que tiene que anunciar Macron es el nombramiento de su primer ministro. Su designación es crucial de cara a la batalla de las legislativas, en las que el presidente se juega tener o no la mayoría parlamentaria para poder aplicar su programa de gobierno.