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A paso lento, con bastón o en silla de ruedas, 2 mil abuelos venezolanos desafiaron ayer las barreras y el gas pimienta de la policía en Caracas, para exigir al presidente Nicolás Maduro medicinas y un “mejor país” para sus nietos.
Convocada por la oposición, la “marcha de los abuelos”, en el este de la capital y otras ciudades del país, tocó una fibra sensible, la crisis de salud, un día después de que la ministra Antonieta Caporale fuera destituida tras divulgar preocupantes cifras sobre el deterioro del sector.
“No queremos dictadura, sino una vejez digna, medicinas, comida y libertad”, dijo Lourdes Parra, de 77 años, con una bandera en la espalda y un letrero que decía: “Esta abuelita está arrecha [enojada] y sigue en pie por su país”.
La marcha fue bloqueada en una estratégica avenida por agentes con escudos, lo que originó un forcejeo. Exaltados, algunos hombres y mujeres mayores lanzaron golpes e insultos. “¿Vas a golpear a tus papás? ¡Somos una pila de viejos!”, gritaron a los policías, quienes dispersaron gas lacrimógeno contra la multitud.
El gobierno también organizó una concentración de adultos mayores en el centro de Caracas, quienes lanzaron vivas a Maduro y al fallecido presidente Hugo Chávez.
Además, decenas de venezolanos y simpatizantes del chavismo asistieron al funeral y entierro del mototaxista Anderson Dugarte, afecto al oficialismo y quien murió el pasado miércoles, luego de que en días anteriores fue herido en el escenario de una protesta en Mérida.
El gobierno reivindica haber otorgado 6 millones de pensiones, pero la oposición asegura que han sido carcomidas por una inflación que, según el FMI, cerraría este año en 720%.
Entregan documento. Los opositores insistieron en marchar hacia la sede de la Defensoría del Pueblo, donde una pequeña comisión entregó un documento con sus reclamos.
El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, aseguró que pese a lo que afirma el gobierno, las personas de la tercera edad no han recibido beneficios y lamentó que el defensor del Pueblo, Tarek William Saab, no haya defendido el derecho a la protesta.