La agresión que sufrió hace unos días el director ejecutivo de Qantas, Alan Joyce, quien recibió un pastelazo en pleno rostro mientras encabezaba una actividad pública en Australia, tendría un origen homofóbico luego de que le propio agresor revelara que el objetivo del acto fue protestar contra la administración de la aerolínea que, a su juicio, fomenta el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Joyce, de 50 años y quien es abiertamente homosexual, hablaba ante unos 500 personas en un hotel de la ciudad de Perth, Australia, cuando Tony Overheu se escabulló por detrás del escenario y, sin mediar advertencia, golpeó el rostro del CEO con un pastel de limón, para luego salir de escena sin hacer comentarios.
Tras ser detenido por la policía, el hombre de 67 años de edad se identificó como cristiano y criador de ovejas. Luego, mediante un comunicado público acusó a Qantas y otras compañías que operan en Australia, de apoyar y fomentar la igualdad de matrimonio mediante la “intimidación corporativa orientada a la ingeniería social”.
Overheu dijo que eligió el pastel de limón ya que “parecía ser el más suave y menos propenso a hacer algún daño”.
Aseguró, además, que se había disculpado, mediante un correo electrónico con el alto ejecutivo de la aerolínea.
Conocida la declaración, el director ejecutivo de Qantas confirmó la existencia del correo, aún cuando dijo no haber observado algún grado de arrepentimiento en el agresor.
“Mi intención es enviar un mensaje de que este tipo de comportamiento no es aceptable y tengo toda la intención de presentar cargos”, dijo Joyce.
A renglón seguido, sentenció que nadie debe ser intimidado de esta manera por opinar distinto y defendió la libertad de expresión que es un elemento esencial para toda la sociedad desarrollada.
Activismo a favor de las minorías sexuales
El CEO de Qantas advirtió que cuenta con todo el respaldo de los acciones de la empresa y aseguró que continuará siendo vocero de estos temas sociales que involucran a toda la comunidad.
“Esta actitud es importante para nuestros accionistas, nuestros empleados y nuestros clientes. Se llama buena responsabilidad social corporativa”, sentenció.
Esta no es la primera vez que el CEO de Qantas es blanco de la polémica por su activismo en favor de las minorías sexuales.
En marzo pasado fue duramente criticado por encabezar un grupo de 30 altos ejecutivos, de grandes compañías australianas, que enviaron una carta al Primer Ministro, Malcolm Turnbull, donde le piden que ingrese al Parlamento un proyecto de ley para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Las críticas más ácidas salieron del propio gobierno australiano. El ministro de Inmigración, Peter Dutton, dijo ser un oponente del matrimonio homosexual y llamó a los directores generales que suscribieron la misiva a “seguir con su tejido de punto” y mantenerse fuera de la discusión política.