El papa Francisco condenó el domingo los ataques contra iglesias coptas en Egipto durante las celebraciones de Semana Santa, justo semanas antes de la visita del pontífice programada a El Cairo.
El pontífice expresó sus "profundas condolencias" al patriarca de la Iglesia copta, Teodoro II, llamándolo "mi hermano", a la Iglesia copta y a "toda la querida nación egipcia". Dijo que estaba rezando por los muertos y heridos. El primero de dos ataques ocurrió solo unas horas antes de su mensaje, mientras el papa celebraba el Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro.
Francisco pidió a Dios que "convirtiera los corazones de aquellos que propagan el terror, la violencia y la muerte, y también los corazones de quienes hacen y trafican con armas".
Las declaraciones del papa fueron hechas luego que él recordara a las víctimas del ataque de Estocolmo, realizado el viernes por la noche.
Las celebraciones del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro se realizaron bajo fuertes medidas de seguridad. Las calles aledañas a la Plaza de San Pedro estuvieron bloqueadas y las autoridades registraban a todas las personas que ingresaban a la plaza.
El papa y cardenales en sotanas rojas encabezaron una procesión solemne portando hojas de palma con complicados diseños trenzados y pasaron entre la multitud. Luego el papa dio su bendición de hoja de palma y ofrenda de paz.
En la procesión de la Semana Santa, los devotos levantaron sus palmas y ramos de olivo para conmemorar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Más adelante en la semana conmemorarán su crucifixión y resurrección.
En su homilía, el pontífice argentino denunció el sufrimiento en el mundo actual, recordando a quienes "sufren por trabajos con condiciones de esclavitud, por tragedias familiares, por enfermedades (...) Sufren por guerras y por terrorismo, por intereses que están armados y listos para atacar".
Luego de su tradicional bendición dominguera, el papa recorrió la plaza en el papamóvil para saludar a los feligreses.