Un camión robado embistió ayer a una multitud afuera de una tienda departamental en el centro de Estocolmo, lo que causó la muerte de cuatro personas y heridas a 15 más. Las autoridades detuvieron por “acto terrorista” a un individuo, que medios identificaron como un uzbeko que expresó simpatía por el Estado Islámico (EI) en redes sociales.

El ataque sucedió a las 15:00 horas locales, cuando un camión repartidor de cervezas, que había sido reportado como robado por la empresa Spendrups, recorrió más de 500 metros por la calle peatonal Drottninggatan y arrolló a una multitud afuera de la tienda departamental Ahlens.

El vehículo se estampó en la entrada del inmueble. En las imágenes de la televisión se veía una nube de humo que salía de la tienda después que el vehículo se estrelló. “La gente gritaba y corría en todas direcciones”, declaró Brandon Sekitto, quien se encontraba cerca en su automóvil.

Aunque hubo confusión sobre la cifra de víctimas, el ayuntamiento de Estocolmo dijo por la noche que cuatro personas habían perdido la vida y 15 resultaron heridas, nueve de ellas de gravedad.

La policía detuvo al sospechoso en Marsta, un suburbio en el norte de Estocolmo, cercano al aeropuerto internacional. “Hemos arrestado a una persona que nos interesa en particular”, declaró Jan Evensson, de la policía de Estocolmo. Ya en la madrugada del sábado, Karin Rosander, portavoz de la fiscalía, dijo que el detenido es sospechoso de “homicidio con carácter terrorista”, pero no precisó si se trataba o no del conductor del camión. El diario Aftonbladet lo identificó como un uzbeko de 39 años.

Otros medios hablaron de un segundo detenido en los suburbios de Hjulsta, en el noroeste de Estocolmo, vinculado al uzbeko.

El primer ministro, Stefan Löfven, aseguró en rueda de prensa que Suecia no va a ser doblegada por “asesinos abominables”. “Actos así nunca triunfarán en Suecia. Nuestro mensaje siempre será claro: Nunca van a vencer”, afirmó.

El uzbeco admitió haber tomado un tren al suburbio de Märsta, donde fue aprehendido al comportarse de forma “extraña” dentro de una tienda. Según Aftonbladet, que cita fuentes sin identificar, el individuo se confesó culpable y su rasgos coinciden con los del individuo cuya imagen difundió horas antes la policía, tenía restos de cristales en su ropa y un pasamontañas.

El uzbeko, quien reside en otro suburbio de la capital, ha subido a su página de Facebook videos propagandísticos del EI y ha dado a “me gusta” en una foto de personas ensangrentadas tomada después del tiroteo en la maratón de Boston, en 2013.

Un conocido del retenido aseguró a Aftonbladet que no creía que él pudiera ser el autor del atropello y dijo que era un trabajador de la construcción con cuatro hijos que nunca hablaba de política ni religión, sino de conseguir más empleos y mandar dinero a su familia.

Ante el ataque, Suecia decidió reforzar los controles fronterizos durante 10 días prorrogables para impedir que el atacante o “eventuales colaboradores [de la agresión] puedan abandonar el país”, declaró a la televisión pública el ministro de Interior sueco, Anders Ygeman. 

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