El ataque de hoy en Estocolmo, en el que un hombre atropelló a un grupo de personas con un camión y dejó hasta el momento cuatro muertos, es el más reciente de una oleada en la que los agresores optan por usar camiones o autos como armas letales. La idea es hacer imposible para las autoridades detectarlos y frustrar la agresión.

NIZA

El primero de este tipo ocurrió el 4 de julio de 2016, cuando Mohamed Lahouaiej Bouhlel, franco-tunecino, embistió con el camión que conducía a la multitud que se había reunido en la ciudad francesa de Niza para ver los fuegos artificiales en el Día de la Bastilla. Murieron 86 personas. La policía lo mató a tiros al intentar frenar el vehículo.

ESTADOS UNIDOS

El 28 de noviembre de 2016, en la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, el joven de origen somalí Abdul Razak Ali Artan, atropelló con su auto a estudiantes en el campus y luego se bajó para apuñalarlos, antes de ser abatido por la policía. Hubo 11 heridos.

BERLÍN

El 19 de diciembre de 2016, Anis Amri, de origen tunecino, arrolló a la gente que había acudido a uno de los tradicionales mercados navideños de Berlín, con saldo de 12 muertos. Huyó a Milán, donde la policía lo mató a tiros en un control.

JERUSALÉN

El 8 de enero de 2017, el palestino Fadi Al Qanbar atropelló con un camión a soldados en Jerusalén. Murieron cuatro personas, tres de ellas mujeres soldados. El agresor fue abatido. La organización islamista Hamas alabó el ataque y dijo que fue en respuesta a los “crímenes de la ocupación israelí”.

LONDRES

El 22 de marzo de 2017, Khalid Masood, londinense, arrolló con una camioneta deportiva a la gente que caminaba por el puente de Westminster, cerca del Parlamento, en cuya verja se estrelló, tras lo cual descendió del vehículo y apuñaló a un oficial. Asesinó así a cinco personas, la última de las cuales perdió la batalla ayer, debido a sus heridas al caer ese día al Támesis. Masood fue abatido.

BRUSELAS

Un día después, soldados detuvieron a un sujeto que embistió a la multitud en el boulevard Meir de Amberes, en Bélgica. El ataque no dejó heridos, pero en el auto del atacante, identificado como Mohamed R., tunecino, se hallaron cuchillos, un arma no letal y una sustancia peligrosa.

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