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Una investigación por posible negligencia fue abierta para determinar responsabilidades por la avalancha de lodo y piedras que el sábado pasado arrasó gran parte de la ciudad amazónica colombiana de Mocoa, donde las autoridades intensificaron la movilización de agua potable, comida, elementos de aseo, ropa y medicinas para atender a los sobrevivientes de la tragedia, cuyo saldo mortal fue cifrado ayer en 290.
La cadena de radio Caracol señaló que la investigación fue abierta de oficio por el presunto delito de homicidio culposo, pues algunos funcionarios no habrían tomado medidas para prevenir la tragedia. El ente investigador y acusador de la Justicia colombiana considera que al menos desde 2014 se pudo prevenir la tragedia, cuando Mocoa, capital del selvático departamento de Putumayo, estuvo en riesgo de inundación por fuertes lluvias.
La fiscalía llamará a declarar al alcalde de Mocoa, José Antonio Castro, y a la gobernadora de Putumayo, Sorrel Aroca, así como a sus respectivos antecesores. De igual forma, serán interrogados funcionarios y ex funcionarios de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia, un organismo dedicado a la protección del medio ambiente, que asegura que desde 2003 alertó sobre el inminente riesgo.
El director de la entidad, Luis Mejía, dijo que tiene pruebas que demuestran que desde entonces se hicieron varias advertencias del riesgo en que se encontraba la ciudad, que tiene unos 5o mil habitantes.
El desastre natural —uno de los peores en la historia reciente de Colombia— borró del mapa varios barrios de esta localidad cercana a la frontera con Ecuador y Perú, en medio de la selva amazónica. Aunque grupos de socorristas apoyados por retroexcavadoras y perros mantienen la búsqueda de víctimas fatales en medio del lodo, rocas gigantes y troncos de árboles en las antiguas calles de la población, las labores se concentran más en la atención de los damnificados.
Se desconoce el número de desaparecidos, pero la Cruz Roja tiene abiertos 311 casos de búsqueda de familiares.
Las Fuerzas Armadas han transportado en aviones desde Bogotá 89 toneladas de ayuda humanitaria para ser distribuidas entre las 2 mil 700 personas que permanecen en cinco albergues. El gobierno busca restablecer el servicio de agua potable y de energía eléctrica en Mocoa, que debe ser reconstruida casi en su totalidad.
Decenas de fallecidos fueron sepultados ayer, muchos sin ceremonia religiosa debido al avanzado estado de descomposición en que se encontraban. Entre los asistentes se multiplicaron las críticas por los retrasos en la verificación de identidades de los cuerpos. La cifra de heridos se elevó ayer a 332, según cifras de la Cruz Roja.
“Mocoa no está sola. ¡Ánimo!", dijo el presidente Juan Manuel Santos al visitar el hospital local. Afirmó que la entrega de cuerpos concluiría ayer.
El jefe de Estado agregó que en el tema de infraestructura hay dos puentes que deben ser demolidos y construidos de nuevo, lo que demanda una inversión equivalente a 4.8 millones de dólares. Además se hacen obras de mejoramiento de otros tres puentes, con un costo cada uno de cerca de 350 mil dólares.
En cuanto a la construcción de nuevas viviendas para los afectados, Santos afirmó que hay tres lotes identificados en los que se realizaría la construcción.