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El día 100 de la presidencia de Donald Trump fue un regreso a sus primeros días de gobierno, con el país dividido entre seguidores acérrimos del magnate que aplaudieron y vitorearon sus grandes éxitos en un discurso de celebración y autofelicitación, y decenas de miles de personas que salieron a las calles para protestar la retórica y acciones políticas del nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Trump no asistió a la tradicional cena con los periodistas que cubren la Casa Blanca y prefirió darse un baño de masas en Pennsylvania, estado clave en su victoria electoral. Allí, entre su base de votantes, hizo un repaso de los éxitos que, dice, ha tenido su administración sus primeros 100 días en el Despacho Oval. “Mis primeros 100 días han sido muy productivos. Hemos cumplido una promesa tras otra”, dijo. No faltó la ya clásica referencia a la construcción de un muro en la frontera con México. “Necesitamos el muro”, dijo, y culpó aal Partido Demócrata y al “fallido liderazgo” de éste de que su gobierno no haya podido conseguir los fondos necesarios para su construcción.
“Si supieran lo que están haciendo, aprobarían [el muro] fácilmente”, aseguró el magnate, tras señalar que los progresistas están permitiendo que “drogas e ilegales” entren a EU sin problema. Su gobierno, insistió, trabaja para evitarlo, y volvió a alardear del descenso de cruces de indocumentados en la frontera desde que él llegó al poder y de la dureza de sus políticas de seguridad para asegurar el “necesario control migratorio”. “Nuestro sistema migratorio debería poner las familias y trabajadores estadounidenses primero”, vociferó entre aplausos.
Reiteró su intención de retirarse del Tratado de Libre Comercio (TLCAN) con México y Canadá si no consigue un “buen y justo acuerdo” en las renegociaciones. “Hemos estado en el lado malo del TLCAN”, aseguró, prometiendo que eso “acabará”.
Tampoco faltó la arenga antiprensa habitual: 12 minutos de crítica a los “falsos medios de comunicación” que, en Washington, celebraron su fiesta de la libertad de prensa en su cena anual. Ni Trump ni nadie de su gobierno asistió.
El único gran anuncio que hizo el mandatario fue que tomará una decisión sobre la permanencia de EU en el pacto por el clima de París en las próximas dos semanas.
Justo ayer, desde temprano, las calles se volvieron a llenar de detractores del magnate que participaron en la “Marcha por el clima anual”, que coincidió con los 100 días de Trump. Más de 375 ciudades de EU y el mundo aprovecharon, por enésimo sábado, para protestar y criticar al presidente. Se calcula que hasta 200 mil personas marcharon desde el Capitolio hasta la Casa Blanca reclamando políticas en favor del medio ambiente, en riesgo por las acciones que quiere llevar a cabo la administración Trump, y en rechazo de lo que llamaron “100 días de fracasos”.
Entre las personalidades que encabezaron la manifestación estaban Leonardo di Caprio, actor metido a ferviente activista ecologista. Los miles de manifestantes también tuvieron el apoyo de la ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, quien tuiteó: “Magnífico ver cómo la gente toma las calles para combatir el cambio climático, proteger la siguiente generación y luchar por empleos y justicia económica”.