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Diez personas murieron y 47 resultaron heridas el lunes cuando una explosión destruyó un vagón del metro de San Petersburgo, dijo el ministro de Salud de Rusia.
La agencia de noticias Interfax citó una fuente no identificada cuando dijo que la explosión, que ocurrió cuando el tren viajaba entre dos estaciones, fue causada por una bomba cargada con metralla.
El presidente ruso, Vladimir Putin, quien se encontraba en San Petersburgo para una reunión con el líder bielorruso, Alexander Lukashenko, dijo que la causa de los estallidos no estaba clara y que las autoridades ya estaban investigando. Añadió que se consideraban todas las posibilidades, incluyendo un acto terrorista.
Ambulancias y cuerpos de bomberos descendieron a la estación de metro de Sennaya Ploshchad, construida con concreto y vidrio. Un helicóptero sobrevolaba el sector, mientras una multitud se congregaba para observar las operaciones de rescate.
"Apelo a ustedes, ciudadanos de San Petersburgo, y pido a los visitantes de nuestra ciudad que estén alertas, atentos, cautelosos y se comporten de una forma responsable en vista de los eventos", dijo el gobernador Georgy Poltavchenko en un discurso.
El ataque en San Petersburgo, la antigua capital imperial de Rusia, tendría cierto simbolismo para cualquier grupo rebelde, especialmente para Estado Islámico o para separatistas chechenos. En el pasado, los atentados se han concentrado en su mayoría en Moscú, entre ellos un aeropuerto, un teatro y una estación de metro en el 2010.
Imágenes publicadas mostraban a personas cubiertas de sangre tendidas en el andén, mientras los servicios de emergencias intentaban prestar ayuda a algunos de los heridos. Muchos intentaban salir del metro en medio de nubes de humo.
Un enorme agujero podría verse en un lado del vagón atacado, con restos de metales esparcidos a lo largo de la plataforma. Varios pasajeros intentaron romper las ventanas de un vagón cerrado. La televisión rusa dijo que muchas personas sufrieron laceraciones por restos de metales y vidrios.