Familias desesperadas y equipos de rescate buscaban ayer a cientos de desaparecidos por el desbordamiento de varios ríos en la pequeña ciudad de Mocoa, que ha dejado un saldo de 254 personas muertas, según el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

Cientos de personas que sobrevivieron al desastre natural —uno de los peores en la historia reciente del país— continuaron durante la noche las labores de búsqueda para encontrar a sus queridos entre el lodo y piedras.

Una de ellas era María Lilia Tisoy, quien buscaba a su nieta y sus dos hijas, una de ellas embarazada, entre los restos de su casa en Mocoa, localidad cercana a la frontera con Ecuador y Perú.

“Quiero saber algo de ellas, si están heridas o si están muertas, que Dios se compadezca y me las entregue”.

Un desolador panorama domina en Mocoa: muñecas descabezadas en el lodo, zapatos abandonados de todos los tamaños, gigantes raíces de árboles arrancados, vehículos atascados. La mayoría de los barrios afectados son pobres.

Con el lodo aún no totalmente seco, los socorristas continuaban auxiliando a los damnificados. “Sigue la labor de búsqueda para encontrar sobrevivientes, aún estamos dentro de la ventana de las 72 horas posteriores a un desastre así”, dijo un portavoz de la Cruz Roja Colombiana.

Más de 100 unidades de la Defensa Civil también siguen buscando sobrevivientes con el apoyo de perros, mientras los aviones de la Fuerza Aérea trasladan heridos, decenas de militares y policías ayudan a reubicar a los damnificados y voluntarios de la Cruz Roja organizan la entrega de la ayuda humanitaria.

El presidente Santos se encuentra en la zona del desastre, coordinando los trabajos. “He venido a resolver los cuellos de botella, para que la parte humanitaria fluya y desde ahora iniciar la etapa de reconstrucción, como devolverle a las familias sus viviendas, la energía y el agua”, aseguró.

Informó oficialmente que hay 254 muertos, entre ellos 43 menores, y ningún desaparecido, pese a que las Fuerzas Militares reportaron el sábado que al menos 200 estaban desaparecidas. Sin embargo, el alcalde de Villa Garzón, John Ever Calderón, aseguró ayer que en la morgue de su localidad hay 25 cadáveres recuperados aguas abajo y que no habían sido incorporados en el balance oficial.

La tragedia ocurrió a causa de las intensas lluvias que comenzaron en la noche del viernes, cuando la mayoría de los pobladores dormían. Tres ríos que rodean Mocoa, capital de Putumayo ubicada a unos 436 kilómetros al suroeste de Bogotá, se desbordaron y arrasaron con todo a su paso. Decenas de niños que no lograban encontrar a sus padres fueron llevados a albergues por los servicios sociales, mientras las autoridades intentaban restablecer el servicio eléctrico y de agua potable.

Ayuda internacional. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció una donación para la reconstrucción de la zona afectada.

“Estamos haciendo una donación del BID al gobierno de Colombia de 200 mil dólares para ayudar a la atención inmediata del desastre”, señaló Luis Alberto Moreno, presidente del BID.

El papa Francisco se dijo “profundamente apenado” por esta tragedia. “Rezo por las víctimas y quiero asegurar mi cercanía con quienes lloran a los desaparecidos”. Gobiernos de Chile, Bélgica, Suecia, Alemania y Bolivia también han expresado su solidaridad.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses