Los legisladores republicanos sacaron hoy de sus exigencias presupuestarias los fondos destinados a la construcción del muro en la frontera con México, un asunto que los demócratas no estaban dispuestos a consentir, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suavizara su postura al respecto.
Trump parece estar abierto a retirar la disposición de la financiación para la barrera fronteriza, para la que pedía mil 400 millones de dólares, con el objetivo de lograr un consenso sobre el presupuesto federal en el Congreso, que debe aprobarlo antes de este viernes si no quiere incurrir en un cierre parcial del gobierno.
Después de que Trump hiciera pública su propuesta presupuestaria el mes pasado, en la que incluía dicha petición para comenzar la construcción del muro, los demócratas trazaron una línea roja y advirtieron al mandatario de que bloquearían cualquier ley de presupuestos con ese contenido.
La negativa de los demócratas parece haber surtido efecto.
Según confirmó Efe con fuentes del Senado, el liderazgo conservador presentó hoy una nueva propuesta para los fondos que saca el muro de la ecuación, aunque incluye partidas para el fortalecimiento de la seguridad en la frontera sur.
Parte de la nueva financiación iría destinada a la reparación de las vallas ya existentes y a nueva tecnología de vigilancia para patrullar la linde con México.
En la noche del lunes, Trump suavizó su postura sobre las demandas de financiación inmediata para la construcción del muro al asegurar en una reunión con un grupo de medios conservadores que podría esperar hasta otoño para obtener esos fondos e incluirlos en el presupuesto del año fiscal 2018, que se negociará entonces.
En ese sentido, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, aseguró hoy que Trump "continúa queriendo que se construya el muro" y en los meses siguientes "seguirán trabajando y preparando la construcción", mientras que negociarán los fondos para el próximo año fiscal.
Spicer dijo que conceder que los fondos para la construcción del muro no sean incluidos en esta ley presupuestaria no significa que Trump vaya a renunciar a esa promesa, y reiteró que "nada ha cambiado" en las prioridades del mandatario.
Poco después, tras rubricar unas órdenes ejecutivas en materia agrícola y preguntado por los periodistas, Trump reiteró que EU "necesita desesperadamente el muro", y sobre el cuándo, dijo que será construido "pronto".
"Ya estamos preparándolo. Estamos haciendo planes, estamos haciendo especificaciones, estamos haciendo mucho trabajo sobre el muro, y el muro se va a construir", aseguró eludiendo su postura respecto a la partida presupuestaria que se negocia esta semana.
"Si se elimina la amenaza del muro, como espero que sea el caso, nuestras negociaciones pueden continuar y es de esperar que podamos resolver todas las cuestiones pendientes para el viernes", dijo por su parte el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer.
Durante su intervención hoy en el pleno de la Cámara Alta, Schumer consideró "una buena noticia" la posibilidad de que Trump saque de la mesa de negociaciones la construcción del muro, y aseguró que eso "eliminaría la perspectiva de una lucha innecesaria" sobre una propuesta que no gusta en ambos partidos.
"En un proyecto de ley tan importante como mantener el gobierno abierto, es una perspectiva peligrosa que la Administración presione tan duramente para una propuesta tan defectuosa", aseveró Schumer.
Sin confirmar la retirada de los fondos del muro, el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, se mostró optimista sobre poder lograr un acuerdo legislativo "hasta el 30 de septiembre", cuando finaliza el presente año fiscal.
Las dos partes siguen en desacuerdo sobre si la ley de gastos incluirá dinero para los subsidios de la actual ley de salud, que los republicanos quieren derogar, así como fondos para otros programas de ayuda.
La nueva propuesta republicana se produce cuando los conservadores están tratando de impulsar paralelamente las negociaciones sobre la reforma tributaria y la derogación de la ley de salud, en un intento por cumplir las promesas del mandatario coincidiendo con los 100 días de su llegada al Gobierno, que se cumplen esta semana.
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