Tres de los presuntos autores del "asalto del siglo" ocurrido en Paraguay fueron abatidos hoy después de cruzar la frontera a Brasil, según informaron medios locales citando a las autoridades brasileñas.

Otros cuatro resultaron detenidos.

La policía aseguró que dicha bóveda tiene capacidad para albergar 40 millones de dólares. Los expertos estiman que el botín podría superar los 30 millones.

Un gigantesco operativo por tierra, aire, y por el caudaloso río Paraná, se desató durante todo el día para capturarles.

Unos 50 pistoleros brasileños y paraguayos protagonizaron el "asalto del siglo" en Paraguay la madrugada del lunes, al robar un millonario botín con fusiles y explosivos a una empresa transportadora de caudales, dejando un agente muerto y varios heridos.

El suceso se produjo en las primeras horas del lunes en la empresa de caudales Prosegur de Ciudad del Este, en la triple frontera con Brasil y Argentina, a 350 km de Asunción.

Una camioneta con tres civiles a bordo recibió varios impactos de bala en medio de los ataques coordinados que realizaron los delincuentes en varios lugares de la ciudad.

Los asaltantes empezaron su acción pasada la medianoche y distrajeron paralelamente la atención incendiando vehículos y detonando explosiones en las inmediaciones de la comisaría policial, entre otros, según los primeros informes.

En el ataque murió un agente de una fuerza de élite.

Los informes policiales identificaron a miembros del brasileño PCC (Primer Comando Capital) entre los integrantes de la banda, el grupo criminal organizado que opera desde Sao Paulo.

Autoridades de Bolivia anunciaron que pedirán colaboración a las policías de Brasil y Paraguay para esclarecer un violento robo similar ocurrido semanas atrás y que resultó en la captura de un supuesto miembro brasileño del PCC.

Los delincuentes dejaron abandonados cinco automóviles blindados durante su huida y quemaron 14 vehículos en su maniobra distractiva.

En el habitáculo de los vehículos introdujeron proyectiles Punto 50 que, cuando explosionaron, engañaron a las fuerzas del orden que confundieron el sonido con el tableteo de ametralladoras.

El ataque demolió virtualmente el edificio de la compañía de seguridad. En las calles adyacentes había restos de proyectiles de armas pesadas, camiones y automóviles quemados, según imágenes mostradas por la televisión.

El sonido de las explosiones "resonó en la ciudad como si fueran bombardeos de una guerra" por espacio de dos horas, relató a la AFP Antonio del Puerto, un testigo de los hechos.

La policía estimó que necesitará dos días para determinar el monto exacto robado.

"Vivimos una situación de guerra. Vimos camionetas de gran porte que circulaban a gran velocidad por la ciudad con personas portando pasamontañas", relató Mariana Ladaga, una corresponsal del diario ABC al describir que los asaltantes prácticamente tomaron la ciudad.

Justo Zacarías, gobernador de Alto Paraná cuya capital es Ciudad del Este, dijo que el presidente Horacio Cartes ordenó un despliegue militar para vigilar el paso de los asaltantes hacia Brasil.

lsm

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