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El Departamento de Justicia de Estados Unidos dio un paso más en la presión a las ciudades, condados y estados declarados “santuario” para los inmigrantes indocumentados y advirtió a nueve de ellas que en caso de no cambiar su postura perderán provisiones de fondos federales. Cumpliendo con los deseos del presidente Donald Trump y las amenazas del fiscal general, Jeff Se-ssions, la dependencia envió cartas de aviso oficial con el ultimátum.
Las jurisdicciones apercibidas son el estado de California, el condado de Cook (Illinois), y a las ciudades de Chicago, Las Vegas, Nueva Orleans, Philadelphia, Miami, Milwaukee y Nueva York, la cuales tienen hasta el 30 de junio para mostrar pruebas de que están cooperando con las autoridades federales. “El incumplimiento resultará en la congelación de fondos, su suspensión y la inelegibilidad para futuros fondos federales”, reza la misiva firmada por el fiscal general adjunto interino, Alan Hanson. Según los datos del Departamento de Justicia, las nueve jurisdicciones advertidas reciben en total más de 20 millones de dólares de fondos federales para apoyar en la lucha contra el crimen.
Los lugares “santuario” son aquellos que prometieron no colaborar con las autoridades federales en la detección y arresto de indocumentados e inmigrantes que han cometido algún crimen para ser deportados de forma inmediata.
Tras recibir la carta, autoridades como el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, se mantuvieron firmes en su postura de no cooperación, prometiendo que si es necesario llevará el caso a instancias judiciales.
Sessions, en San Diego durante su visita de dos días a la frontera con México y acompañado por el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, afirmó que las “jurisdicciones santuario ponen a los delincuentes de vuelta a las calles”. Antes, en entrevista con MSNBC, pidió a los lugares “santuario” cooperar con las fuerzas federales para poder deportar a “criminales peligrosos para la comunidad”.
