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El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, emitió ayer una severa advertencia a Corea del Norte al afirmar que los ataques del Pentágono en Siria y Afganistán demuestran que la determinación del gobierno de Donald Trump no debería ser puesta a prueba. Ante ello, Pyongyang amenazó con una “guerra total” si Estados Unidos interviene militarmente en la región.
Pence y el presidente interino de Corea del Sur, Hwang Kyo-ahn, también anunciaron que reforzarían las defensas ante Pyongyang mediante un despliegue anticipado del sistema de proyectiles THAAD en el país asiático, un día después de que Corea del Norte intentó sin éxito probar un misil.
Pence está en la primera escala de una gira por cuatro países de Asia que busca mostrar a los aliados de Estados Unidos, y recordar a sus adversarios, que el gobierno de Trump no dará la espalda a una región cada vez más volátil. “Sólo en las últimas dos semanas, el mundo fue testigo de la fuerza y la resolución de las acciones de nuestro presidente tomadas en Siria y Afganistán”, afirmó el vicepresidente.
“A Corea del Norte no le iría bien si pone a prueba su determinación o el poder de las fuerzas armadas de Estados Unidos en esta región”, declaró.
En una visita a la frontera que divide a la península Coreana, Pence, cuyo padre peleó en la guerra de Corea de 1950 a 1953, destacó que EU mantendrá su “alianza de hierro” con Surcorea. “Todas las opciones están sobre la mesa para alcanzar los objetivos de garantizar la estabilidad del pueblo de este país”, afirmó en el lado surcoreano de la llamada zona desmilitarizada (DMZ, por su siglas en inglés). “Hubo un periodo de paciencia estratégica, pero ha terminado”, advirtió.
El presidente Donald Trump también hizo un llamado a Corea del Norte y cuando un periodista le preguntó ayer: “¿Tiene usted un mensaje para Kim Jong-un?”, el mandatario respondió: “Portarse bien”.
Corea del Norte no tardó en reaccionar a las amenazas de Pence. Kim Song Gyong, director general del Departamento Europeo de la cancillería de Pyongyang, dijo a Reuters que si Washington hace “el menor movimiento” para llevar adelante un ataque nuclear en contra de su país, atacarían primero y “destruirían al enemigo sin piedad”. “Vamos a llevar a cabo más pruebas con misiles, semanales, mensuales y anuales”, dijo también el viceministro norcoerano, Han Song-Ryol, a la BBC.
El embajador adjunto de Corea del Norte ante la ONU, Kim In Ryong, acusó a Estados Unidos instigar el conflicto a través ejercicios militares en la región y amenazó: “En cualquier momento” podría estallar una guerra nuclear. “Dada la lógica criminal y el peligroso ruido de sables” por parte de Washington, Corea del Norte está preparada para “responder a cualquier forma de guerra estadounidense”, agregó.
Según Corea del Sur, Pyongyang posee al menos 10 e incluso más de 20 bombas atómicas. Contradiciendo a varias resoluciones de la ONU, Corea del Norte está trabajando en el desarrollo de misiles de largo alcance con cabeza nuclear. Estados Unidos y otros países occidentales quieren evitar que aumente su capacidad misilística.
Por su parte, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, condenó ayer el ataque de Estados Unidos a Siria en un mensaje dirigido al presidente Bashar al-Asad, con motivo del 71 aniversario de su independencia. Calificó de “acto temerario de invasión” el ataque estadounidense a una base aérea del régimen de Damasco por el su supuesto uso de armas químicas.
Rusia exhortó ayer a EU a no actuar de manera “unilateral”. “No aceptamos las aventuras nucleares y balísticas de Pyongyang en violación de las resoluciones de la ONU, pero ello no quiere decir que sea posible violar el derecho internacional usando la fuerza” contra Corea del Norte, dijo el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov.