El portaaviones estadounidense que, según recientes declaraciones oficiales, navegaba hacia la península coreana en medio de creciente tensión, todavía no inició su viaje a la región, admitió el martes un oficial de defensa de Estados Unidos.

La Marina anunció el 8 de abril que se había ordenado a un grupo naval de ataque dirigido por el portaaviones USS 'Carl Vinson' "navegar hacia el norte" como "medida prudente" para disuadir a Corea del Norte de lanzar un eventual ataque.

Dos días antes, Estados Unidos había bombardeado con misiles Tomahawk una base militar siria por primera vez.

El jefe del Pentágono Jim Mattis dijo el 11 de abril que el 'Vinson' estaba "en camino" hacia la península y el presidente Donald Trump afirmó al día siguiente: "estamos enviando una armada muy poderosa".

Sin embargo, un oficial de defensa dijo este martes a la AFP que los buques permanecen frente a la costa de Australia. Una foto de la Marina mostraba al 'Vinson' frente a la isla indonesia de Java durante el fin de semana.

"Van a zarpar hacia el norte a través del mar de Japón en las próximas 24 horas", dijo el oficial, que solicitó mantener el anonimato.

El funcionario dijo que la flota no llegará a la región antes de la semana próxima, como mínimo, ya que hay miles de millas náuticas entre el mar de Java y el de Japón.

Cuando se anunció el despliegue de la flota de ataque, muchos medios dijeron que los buques navegaban hacia Corea del Norte cuando, de hecho, estaban navegando en dirección opuesta.

Según "The Washington Post" y "The New York Times", el 8 de abril el Carl Vinson estaba a 5 mil 600 kilómetros de la Península de Corea y navegaba en dirección contraria, concretamente hacia el Índico para participar en unas maniobras conjuntas con la marina australiana. Nada se habría sabido, si no fuera porque la propia Armada hizo públicas el lunes una serie de fotografías tomadas el día anterior del portaaviones cruzando el Estrecho de la Sonda, entre Java y Sumatra. A más de 5 mil kilómetros de su teórico destino.

Washington subió el tono de su retórica antes del desfile militar de Corea del Norte y del fallido lanzamiento de un misil durante el fin de semana, mediante declaraciones del vice presidente Mike Pence el lunes, por las que advertía que la "paciencia estratégica" de Estados Unidos con Pyongyang había llegado a su fin.

Corea del Norte había respondido con sus propias advertencias belicosas, amenazando con efectuar pruebas semanales de misiles.

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