Un par de centenar de niños y adolescentes, la mayoría nacidos en Estados Unidos, pero hijos de indocumentados, terminaron ante la Casa Blanca una caravana de cuatro días para protestar contra las políticas antiinmigrantes del presidente Donald Trump.

Bajo el lema “We belong together” (Pertenecemos el uno al otro), los jóvenes aprovecharon las vacaciones escolares de primavera para marchar hasta la capital de EU y mostrar su repudio a la persecución de migrantes indocumentados y separación de sus familias que les afectan.

“Los jóvenes y niños han venido a Washington para decirle a Trump que no queremos que nuestras comunidades y familias sean separadas por su odio a los latinos, negros o musulmanes”, dijo Elena, una adolescente de 17 años de Florida que vio como hace cinco años deportaban a su padre de regreso a Guatemala.

La caravana salió el lunes de Miami, en Florida, e hizo paradas en Atlanta (Georgia) y Raleigh (Carolina del Norte) para hablar con grupos que trabajan para proteger a los migrantes indocumentados, y donde se les unieron más activistas para hacer más multitudinaria la protesta ante la fachada de la Casa Blanca. Entre ellos, dos de los hijos de Jeannete Vizguerra, la activista mexicana refugiada en una iglesia de Denver (Colorado) para evitar su deportación.

“Los jóvenes somos fuertes y estamos luchando por la justicia”, añadió Elena. Leah, de 11 años, prometió “defender a nuestras familias y comunidades inmigrantes del odio. Estamos aquí para quedarnos”, exclamó. La joven confesó vivir “con miedo a que me separen de mi madre”, una empleada doméstica con orden de expulsión.

La expulsión de los indocumentados y el muro que quiere levantar el republicano en la frontera con México son dos de los pilares de la era Trump, algo que se vio reflejado en el documento difundido esta semana que señala que todo el que entre ilegalmente a EU será procesado como criminal.

Arrestan a activistas. En Nueva York, unas 25 personas fueron arrestadas tras ingresar a la Torre Trump para escenificar un mitin contra las políticas antiinmigrantes del gobierno. Los manifestantes coreaban consignas como: “Sin prohibición, sin muros, sin redadas”, o “Dilo fuerte, dilo claro, los inmigrantes son bienvenidos aquí”. Video compartidos en redes sociales mostraban a algunos manifestantes sentados pacíficamente en un círculo en el piso del vestíbulo de la torre frente a los elevadores.

En Texas, GEO Group, una firma penitenciaria privada, anunció ayer un contrato federal por 110 millones de dólares para la construcción del primer nuevo centro de detención de migrantes de la era Trump, con mil camas. Su apertura está programada para 2018. Con información de Notimex y AP

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