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Autoridades penitenciarias, policiales, judiciales y de derechos humanos de Guatemala sofocaron hoy en la tarde un nuevo alzamiento en una cárcel de la capital guatemalteca, luego de que un grupo de 42 cabecillas cesaron en la sublevación y se entregaron pacíficamente, aunque con un saldo de cinco oficiales heridos.
El anuncio de que la situación fue sofocada y quedó bajo control en el Centro Correccional Las Gaviotas, lo hizo el guatemalteco Carlos Lemus, director general adjunto de la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala.
El amotinamiento causó inquietud en un país que el 8 de marzo pasado registró un motín incendiario en un centro penal infantil que dejó 41 niñas muertas.
Pese a que en un inicio, y a falta de información oficial, se reportó que la rebelión fue encabezada por adolescentes encarcelados por conflictos con la ley, Lemus precisó que en el motín participaron 33 mayores de edad y nueve menores y que todos se rindieron y quedaron a las órdenes de las autoridades.
Un oficial de la prisión fue liberado tras estar varias horas como retenido por los amotinados, confirmó, al explicar que la situación se resolvió “por medio del diálogo”. Los 42 quedaron a disposición de las instancias judiciales por las agresiones a los cinco agentes penitenciarios o monitores y por el amotinamiento, aseguró.
El acuerdo para acabar con la crisis se logró en una reunión de los reclusos con autoridades de la PNC, así como de la estatal Procuraduría de Derechos Humanos, de la Procuraduría General de la Nación y de la Secretaría de Bienestar Social, dependencia gubernamental a cargo de ese tipo de centros correccionales. “Nos reunimos en una mesa y nos entregaron” al oficial retenido y “retomamos el control del centro”, puntualizó.
El conflicto estalló cerca de las 07:00 horas de Guatemala (08:00 en la Ciudad de México) un anexo del Centro Correccional Las Gaviotas, en la capital guatemalteca, según los primeros y escuetos informes del caso.
Lemus confirmó que el problema surgió porque los presos exigieron mejorar las condiciones alimentarias, recibir visitas conyugales y dejar de utilizar un uniforme que se les asigna para su permanencia en el correccional.
El director general adjunto no informó sobre la participación en los hechos de miembros de la peligrosa Mara Salvatrucha. Según el periódico Prensa Libre, el principal de Guatemala, en ese penal hay al menos 63 miembros de la MS—13, catalogada como una de las dos pandillas juveniles más peligrosas de Centroamérica. La otra es la Mara 18 (M—18).
El rotativo tampoco informó si en el movimiento participaron integrantes de la MS--13.
La zona del correccional fue acordonada por policías, bomberos y otros cuerpos de seguridad y socorro.
El 19 de marzo anteriores, cuatro monitores de otro centro tutelar capitalino perecieron en un motín de la M—18.