El director ejecutivo de la aerolínea United, Oscar Muñoz, aseguró a los empleados de su empresa que el pasajero expulsado este domingo a la fuerza de uno de sus vuelos era "perturbador y beligerante", según un mensaje divulgado hoy.
De acuerdo con The Washington Post, United defendió a los empleados que retiraron al hombre luego de que este se negara a entregar su asiento de avión a un miembro de la tripulación.
En un correo electrónico enviado anoche por Muñoz a sus trabajadores, del que hoy se hacen eco los medios, el responsable de la empresa defendió que los empleados "seguían los procedimientos establecidos" cuando echaron al pasajero porque tenían un exceso de reservas, y llamó al pasajero "pertubador y beligerante".
Esta respuesta interna llegó tras del comunicado público emitido el lunes por Muñoz, en el que tildó de "un acontecimiento perturbador para todos en United" la expulsión y las imágenes del incidente, que circulan profusamente desde entonces en internet.
El vuelo 3411 había terminado el embarque el domingo por la noche, según un resumen del incidente adjunto a la carta de Muñoz, cuando "los agentes de la entrada fueron abordados por los miembros de la tripulación" que necesitaban asientos.
Inicialmente se ofreció a los pasajeros dinero si renunciaban a sus asientos, pero nadie se ofrecía voluntariamente.
Si la tripulación fuera de servicio no hubiera podido llegar a Louisville esa noche, un portavoz de United le dijo al Courier Journal, otro vuelo podría haber sido cancelado. Así que la aerolínea invocó lo que describe como "negación involuntaria del proceso de embarque". Y ahí fue donde el problema comenzó.
El pasajero, tras rechazar ser uno de los voluntarios que la aerolínea pedía porque el vuelo se había sobrevendido, fue arrancado a la fuerza de su asiento por un policía y sacado a rastras por el pasillo del avión del vuelo 3411 que iba a partir del aeropuerto O'Hare de Chicago (Illinois) con destino a Louisville (Kentucky).
"Pido disculpas por haber tenido que reacomodar a estos pasajeros. Nuestro equipo está trabajando de forma urgente con las autoridades para llevar a cabo nuestra propia revisión detallada de lo que sucedió", dijo Muñoz en ese comunicado.
El director ejecutivo explicó en el mensaje a sus trabajadores que la aerolínea está intentando aclarar los hechos y salió en defensa de la tripulación de ese vuelo.
"Nuestros empleados siguieron los procedimientos establecidos para hacer frente a situaciones como esta. Aunque lamento profundamente que esta situación haya surgido, también les apoyo enfáticamente a todos ustedes, y quiero elogiarles por ir más allá para asegurar buenos vuelos", continuó Muñoz.
Sin embargo, enfatizó las lecciones a aprender del suceso y defendió tratar a los clientes "con respeto y dignidad (...) sin importar cuán desafiante sea la situación".
Ahora United se enfrenta a una crisis de comunicación en la que uno de los temas más populares en la red social Twitter son los "lemas de United" (#NewUnitedAirlinesMottos) que se mofan del trato de la aerolínea a sus pasajeros, mientras que sus acciones en bolsa cayeron hoy un 4 %.
Además, el vídeo del incidente ha atraído una gran atención en China, un mercado de crecimiento para United, y también se convirtió en el principal tema de tendencias de hoy en Weibo, la versión china de Twitter.
Este revuelo se originó el pasado domingo con varios vídeos sacados por otros pasajeros, que se convirtieron en virales en internet, en los que se aprecia a un hombre de mediana edad y rasgos asiáticos gritando mientras un policía, acompañado por otros dos agentes, lo levanta de su asiento y lo arrastra por el pasillo.
Ahora ese policía, según un comunicado hecho público por el Departamento de Aviación de Chicago, fue dado de baja temporalmente "en espera de una revisión completa de la situación".
También el Departamento de Transporte aseguró que investiga el caso para establecer si se cumplieron las regulaciones de sobreventas de billetes y se respetaron los derechos del afectado.
Los testigos que se encontraban en el avión afirmaron en redes sociales que la compañía pidió cuatro voluntarios para abandonar el vuelo, después de haberlo abordado con dos horas de retraso, y tomar uno al día siguiente a cambio de 400 dólares y una estancia de una noche en un hotel.
United necesitaba esos asientes para trasladar tripulaciones, pero ningún pasajero aceptó la oferta, y la aumentó a 800 dólares y amenazó con no despegar hasta que cuatro personas se levantaran de su asiento y abandonaran la aeronave, aunque la empresa aseguró en el correo a sus empleados que la compensación era de 1.000 dólares.
Ante esa situación, la empresa seleccionó al azar, mediante una computadora, a los pasajeros que tendrían que salud.
Una pareja se fue a regañadientes, pero el protagonista del vídeo contestó que era un médico y necesitaba ver a sus pacientes el lunes por la mañana, según relató el pasajero Tyler Bridges en su cuenta de Twitter.
*Con información de EFE
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