La oposición venezolana se movilizó nuevamente ayer en Caracas, su quinta protesta contra el gobierno de Nicolás Maduro en lo que va de abril, lo que eleva la tensión social y volvió a generar violencia. Algunas fuentes indican que al menos 57 personas resultaron heridas y 18 fueron detenidas luego de que la policía disparara ayer gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes.
La oposición denunció que las fuerzas de seguridad lanzaron bombas lacrimógenas contra la manifestación desde helicópteros, hecho que fue criticado por el defensor del Pueblo, Tarek William Saab.
El alcalde del municipio de Baruta, en el este de Caracas, Gerardo Blyde, dijo que al menos 45 personas fueron afectadas por los gases, con diversas lesiones, mientras que su colega del municipio Chacao, Ramón Muchacho, confirmó al menos 12 personas lesionadas.
El ministro del Interior, Néstor Reverol, acusó a la oposición de los hechos violentos de la jornada y dijo que la policía arrestó a 18 personas. Señaló, además, que los opositores que protestan durante la Semana Santa han asumido “el papel de anticristo, pretendiendo arrebatarle a los venezolanos su derecho a la paz”.
El ministro insistió en que el país está “en normalidad” y que las protestas han generado sólo “focos de violencia” por parte de “terroristas en el este de la ciudad de Caracas, lo que ha causado destrozos a la propiedad pública y privada”.
En tanto, el presidente Nicolás Maduro aseguró que Estados Unidos está bloqueando el diálogo con la oposición venezolana con el objetivo de “reventar a nuestro país para una intervención extranjera”.