Más de 200 muertos y centenares de heridos y desaparecidos se reportan hasta la tarde de este sábado luego de una avalancha que afectó la región de Putumayo en Colombia, tras las fuertes lluvias que afectan a la región andina, en especial a Perú y Ecuador.
"El último reporte son 206 personas fallecidas, 202 heridos, 220 desaparecidos, 300 familias afectadas, 17 barrios con mayor afectaciones y 25 viviendas totalmente destruidas", dijo a AFP César Urueña, director de Socorro de la Cruz Roja Colombiana (CRC), sobre la tragedia ocurrida la noche del viernes en el selvático municipio de Mocoa.
"Nuestros corazones están con las familias de víctimas y afectados por esta tragedia. No vamos a desfallecer en su atención", tuiteó el presidente Juan Manuel Santos, que lidera en la zona las labores de rescate tras la avalancha generada por el desbordamiento de los ríos Mocoa, Mulato y Sangoyaco, en Putumayo, en plena Amazonía.
Calles cubiertas de lodo, soldados cargando niños entre escombros, piedras y ramas, gente llorando en medio de casas y vehículos destrozados: las imágenes son impactantes.
Mocoa, de unos 40 mil habitantes, seguía sin energía eléctrica y sin agua corriente, servicios que el gobierno intentaba restablecer. Carrotanques, tanques y plantas potabilizadoras ya fueron enviadas a la zona.
"Hay mucha gente en las calles, mucha gente damnificada, muchas casas caídas", dijo a la AFP vía telefónica Hernando Rodríguez, un pensionado de 69 años.
"Apenas nos estamos dando cuenta de lo que nos pasó", añadió.
En la noche del viernes llovió 130 mililitros, el 30% de lo que cae en un mes en Mocoa, según explicó Santos. "Eso precipitó una creciente súbita de varios ríos (...) y eso produjo una avalancha", afirmó, antes de declarar la "calamidad pública" para "agilizar" las operaciones de rescate y ayuda.
"Estamos en peligro de muerte, el agua ya llega a la mitad de la casa", contó con voz entrecortada una mujer identificada como Laura Montoya, que llamó a la línea de urgencias, según publicó la Presidencia en su sitio web.
El meteorólogo Diego Suárez, del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), señaló en Caracol Radio que la entidad prevé "precipitaciones menos intensas" para este sábado en Mocoa, mientras que para el domingo y lunes "paulatinamente irán descendiendo".
Según el bombero David Silva, los establecimientos comerciales están cerrados "por temor" a asaltos.
"Anoche hubo saqueos en sitios donde venden agua", dijo a AFP el bombero, de 22 años, quien indicó que la "mayoría" de los barrios afectados son habitados por desplazados por el conflicto armado de medio siglo.
La ola invernal en Sudamérica no solo ha golpeado a Colombia. Perú viene soportando desde principios de año lluvias y avalanchas que hasta el momento dejan 101 muertos y más de un millón de damnificados.
En Ecuador, en tanto, se han registrado 21 muertes desde enero, 9.409 familias damnificadas y 1.280 damnificados, según el más reciente balance oficial.
Brasil, España, Ecuador, Venezuela, Alemania y la Unión Europea, entre muchos países y organismos internacionales, expresaron su solidaridad tras la catástrofe, que supera al último gran desastre natural de Colombia, el de Salgar, a unos 100 kilómetros de Medellín, donde en mayo de 2015 murieron 92 personas por un deslave.
La gobernadora de Putumayo, Sorrel Aroca, dijo a Caracol Radio que se declaró la "emergencia sanitaria" ante el colapso del hospital del municipio, por lo que se tuvieron que habilitar otros lugares para recibir a los heridos.
Las aguas se llevaron por delante viviendas, postes de energía, vehículos, árboles y destruyeron al menos dos puentes, agregó el Ejército, cuyos soldados apoyan las labores de rescate y socorro.
"La situación de Mocoa es dramática. Invocamos la solidaridad de toda Colombia", escribió en Twitter el viceministro del Interior, Guillermo Rivera.
Una sala de crisis con autoridades locales, soldados, policías y miembros de organismos de socorro trabaja en la búsqueda de desaparecidos y en la remoción del material, informó el gobierno.
Un millar de personas ayuda en las labores de rescate en la zona, donde se han movilizado más de siete toneladas de equipos y enviados miles de kits de aseo, ayudas alimentarias y colchones.