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El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció hoy la convocatoria de la tercera "Conferencia Mundial de los Pueblos", que reunirá a activistas y movimientos sociales de todo el mundo para avanzar hacia "un mundo sin muros" el 20 y 21 de junio en Tiquipaya (Cochabamba, centro).
"De urgencia y de emergencia convocamos a Conalcam (Coordinadora Nacional del Cambio), a líderes internacionales de los distintos sectores sociales por un solo motivo: una convocatoria a la Conferencia Mundial de los Pueblos para un mundo sin muros hacia la ciudadanía universal", anunció en una conferencia de prensa.
Morales, rodeado de líderes de los movimientos sociales afines a su Gobierno, añadió que había adelantado la convocatoria a otros líderes de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestro América (Alba), reunidos la semana pasada en Caracas para homenajear al fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez.
"Estamos muy contentos de realizar este evento porque no es posible que haya muros y murallas para migrantes, para latinos, para refugiados y no hay muros y murallas contra intervenciones militares para saquear nuestros recursos naturales", dijo el mandatario.
El presidente ha criticado reiteradamente durante los últimos meses la intención de su homólogo estadounidense, Donald Trump, de construir un muro en la frontera con México.
Morales deseó que la cumbre sirva para desarrollar "un profundo debate mundial con relación a la migración en estos tiempos".
Dijo que la cumbre debe servir para "defender a todos los inmigrantes del mundo, no solamente bolivianos, no solamente latinoamericanos".
"Algunos viven en España, Italia, Estados Unidos, Argentina, algunos están retornando, pero algunos están amenazados con ser expulsados. De paso dicen 'ilegales', ¿cómo pueden ser ilegales, cómo puede haber un ser humano ilegal? No entiendo, no entendemos", aseveró.
Será la tercera cumbre de este tipo promovida por el gobierno boliviano, después de otras dos convocatorias en 2010 y 2014, que se centraron en los efectos del cambio climático y "la defensa de la vida".
"Consideramos que los países que discriminan la migración son un retroceso vergonzoso frente a los derechos reconocidos por la comunidad internacional", dice el texto de la convocatoria oficial, que señala la preocupación por el cierre de fronteras, la construcción de muros y la criminalización de la migración.
"Particularmente nos preocupa la política migratoria de Estados Unidos, que quiere expulsar hasta 3 millones de inmigrantes, y la directiva de retorno de la Unión Europea", continúa la convocatoria.
Esta última es una política común de los países miembros de la Unión Europea para incentivar el "retorno voluntario" de los inmigrantes ilegales, que supone también la retención de aquellos ciudadanos extranjeros que no cooperan con su retorno.
La cumbre prevé la presencia de centenares de delegados de movimientos sociales -especialmente de los países de América-, académicos, activistas, juristas y "representantes de gobiernos progresistas".
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