El ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Villegas, advirtió hoy a Estados Unidos que el éxito en la lucha contra el narcotráfico internacional depende de que disminuya el consumo de drogas en los gigantescos mercados estadounidenses, para que Colombia pueda combatir “la oferta” de contrabandos de sustancias ilícitas del sur al norte de América.
La ratificación de la alerta colombiana fue planteada hoy en un encuentro que Villegas tuvo en Bogotá con William R. Brownfield, subsecretario de Estado de EU para Asuntos de Narcotráfico Internacional y Aplicación de la Ley y considerado como uno de los zares antidrogas de Washington, con Kevin Whitaker, embajador estadounidense en Colombia, y con una delegación de ese país.
“¿Quién empuja a quién? ¿Los consumidores a la hoja de coca, la hoja de coca a los consumidores? Ese es un debate inane (sin contenido). Lo que se debe hacer es coordinar que allá–Estados Unidos–haya éxito en la lucha contra el consumo y aquí haya éxito en combatir la oferta”, afirmó el ministro.
“Mientras haya mercado de consumo, habrá oferta en alguna parte del mundo. Y en este caso Colombia es uno de los países que más sacrificios ha hecho por limitar la demanda. En eso ha sido exitoso. Nosotros hemos impedido que decenas de miles de toneladas de cocaína y cientos de kilos de heroína, hayan llegado a mercados de consumo en las últimas décadas”, aseguró.
Villegas expuso a la comitiva estadounidense la preocupación por el aumento de hectáreas de cultivos ilícitos de hoja de coca en 2014, 2015 y 2016 en suelo colombiano. Como parte del proceso de paz del gobierno con las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que está en marcha con un acuerdo firmado en noviembre de 2016, hay un plan para reducir y erradicar ese tipo de plantaciones.
“Esta sustitución de cultivos que se ha hecho de manera masiva, nos ha permitido tener cerca de 48 mil hectáreas cubiertas por planes de sustitución, y además tenemos la meta de erradicar otras 50 mil hectáreas–de las que no quieren sustituir–. El objetivo es que este año sean entre 90 mil y 100 mil hectáreas menos”, explicó.
El ex presidente colombiano Andrés Pastrana, quien gobernó de 1998 a 2002, informó a EL UNIVERSAL que en 2000, cuando Washington y Bogotá lanzaron, durante su gestión, el Plan Colombia que aceleró la lucha anticrimen y contrainsurgente, había unas 180 mil hectáreas de plantaciones de hoja de coca en suelo colombiano.
En los siguientes 24 meses se redujo a unas 90 mil y en 2010 se bajó a 40 mil, explicó Pastrana, al informar que luego de que el gobierno colombiano suspendió en 2014 la fumigación aérea para erradicar cultivos ilícitos, aumentó de 40 mil a 90 mil en el primer año, a 150 mil en 2015 y a casi 200 mil en 2016.
El ministro de Seguridad Pública de Costa Rica, Gustavo Mata, reveló a EL UNIVERSAL que, según datos de inteligencia, el tráfico de cocaína del sur al norte de América, que aumentó de mil 200 toneladas en 2015 a mil 700 en 2016, crecerá y oscilará entre las 2 mil y las 2 mil 400 toneladas en 2017. “Esto nos pone en peligro como región”, dijo Mata, quien a finales de enero pasado se reunió en Colombia con las máximas autoridades colombianas de seguridad.
SIN COMPRADOR
En un informe entregado a este periódico sobre el encuentro de Villegas con la delegación de alto rango del gobierno del presidente Donald Trump, el Ministerio de Defensa de Colombia aseguró que el ministro reveló que por primera vez se han detectado cosechas de cultivos de coca que no tienen comprador y que eso indica que ha dado resultados el trabajo de interdicción contra las redes de narcotraficantes.
“Esta es una de las mejores noticias, porque nos permite entrar con programas de sustitución y con la buena voluntad de quienes cultivaron coca”, declaró Villegas.
Las FARC abandonaron áreas en donde tenían influencia y control de esos mercados ilícitos, agregó el reporte de Defensa, al referirse al mecanismo ejecutado del 28 de enero al 19 de febrero de este año para que unos 7 mil guerrilleros de esa organización rebelde fueran llevados a puntos en los que están en proceso de desmovilizarse y desarmarse y de reinserción a la sociedad.
Villegas puntualizó que “modernizar nuestra inteligencia y las estrategias de cooperación para bloquear rutas de narcotráfico, nos permitió incautar el año anterior cerca de 380 tonelada de cocaína, y en lo corrido de 2017, van más de 50 toneladas confiscadas”.
Brownfield estuvo el lunes en Guatemala, donde se reunió con el presidente Jimmy Morales y con otras autoridades diplomáticas y de seguridad de ese país que es uno de las principales bases de los cárteles mexicanos del narcotráfico internacional y pieza clave en el contrabando especialmente de cocaína de Colombia hacia Centroamérica y México rumbo a EU.
La Fiscalía General de Costa Rica reveló a este diario que en los últimos dos años hubo una “salida inusual” de grandes cantidades de cocaína de Colombia a Centroamérica, con envíos que crecieron de 500 kilos a cuatro toneladas por cargamento.
Según la Fiscalía, las organizaciones criminales se anticiparon al impacto del proceso de paz en las zonas colombianas productoras de droga y decidieron sacar la mercancía de Colombia y de otras naciones, y almacenarla y “enfriarla” en bóvedas centroamericanas a la espera de reexportarla a EU en cantidades pequeñas que eviten mayor exposición.
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