La constructora brasileña Odebrecht admitió haber pagado dinero a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la década de los noventa para poder ejecutar “sin problemas” sus obras de infraestructura en territorio colombiano, según reveló ayer la revista Veja.
La más reciente edición del semanario, que citó supuestas declaraciones de ejecutivos y ex directivos de Odebrecht ante la Procuraduría General de la República de Brasil, señaló que la constructora brasileña entregó dinero a las FARC a cambio de “permisos” para realizar obras en las zonas controladas por la guerrilla.
Los pagos, de acuerdo con la revista, oscilaban entre 50 mil y 100 mil dólares por mes y aunque no se trata de sobornos, como los que Odebrecht admitió haber pagado en el caso de corrupción en la petrolera estatal brasileña Petrobras, el dinero entregado a las FARC “no es una actividad limpia”.
La medida fue tomada después de que las FARC secuestraran a dos ejecutivos de Odebrecht. La empresa apeló a un grupo estadounidense especializado en zonas de conflicto, que negoció la liberación de los rehenes y sugirió luego una solución definitiva para evitar nuevos problemas de ese tipo, explica Veja.
Denominado como “impuesto guerrillero” por las FARC, esos pagos eran calificados de “costo operativo” o “tributo territorial” en los balances de la empresa brasileña.
Ese acuerdo permitió a Odebrecht realizar, entre otros trabajos, la Ruta del Sol, una autopista de más de 500 kilómetros, que une el centro de Colombia con la costa del Caribe.
La investigación contra Odebrecht, que comenzó en Brasil a raíz del caso Petrobras, se ha extendido a 12 países, principalmente de Latinoamérica y el Caribe, en los que la constructora responde ante la justicia por los presuntos sobornos para obtener millonarios contratos públicos de infraestructura.