La primera ministra británica Theresa May dice que el Brexit es una oportunidad para construir "una Gran Bretaña independiente, autónoma y global". El principal negociador del parlamento europeo Guy Verhofstadt dice que es "una tragedia, un desastre, una catástrofe".

Gran Bretaña y la Unión Europea (UE) ven la salida británica del bloque de forma radicalmente diferente. En momentos en que Reino Unido inicia lentamente un proceso de salida de dos años con la invocación el miércoles del artículo 50, éste es un vistazo a las divergencias en el camino:

DINERO

La UE dice que Reino Unido no puede irse sin saldar su cuenta, pagando por la porción británica de pensiones del personal y proyectos que ya había acordado financiar. El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker dice que la cifra es de alrededor de 50 mil millones de euros (63 mil millones de dólares).

Reino Unido no niega que tendrá que pagar algo, pero casi seguramente disputará el monto. El secretario del Brexit, David Davis, dijo esta semana que Gran Bretaña no va a seguir "pagando enormes sumas a la UE".

"Por supuesto, cumpliremos con nuestras obligaciones, pero esperamos también que se respeten nuestros derechos", dijo. "No pienso que vamos a ver sumas así cambiar de manos".

QUÉ SE NEGOCIA PRIMERO

Es improbable que las negociaciones sustantivas comiencen antes de mayo, luego de una cumbre el 29 de abril de los líderes de la UE para arribar a una posición negociadora común y después de la segunda ronda de las elecciones presidenciales francesas el 7 de mayo.

Cuando Davis y el negociador de la UE Michel Barnier se encuentren finalmente cara a cara, su primera decisión será qué se discute primero.

Gran Bretaña y el bloque tienen ideas muy diferentes sobre qué pasará en los próximos dos años.

Los funcionarios de la UE insisten en que los términos de la separación deben ser fijados antes de que pueda comenzar una nueva relación. Eso significa un acuerdo sobre la cuenta y poner fin a la incertidumbre sobre el estatus futuro de 3 millones de ciudadanos de la UE que viven en el Reino Unido y un millón de británicos que viven en otras partes del bloque.

Londres espera que los dos procesos — los términos de la separación y la relación futura — puedan transcurrir de forma paralela.

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PUNTOS ESPINOSOS

Una contradicción crucial persiste en el centro de las negociaciones. La UE dice que no cejará en la defensa de sus "cuatro libertades" centrales: libre movimiento de productos, capital, servicios y trabajadores. La última de esas significa que los ciudadanos de la UE pueden vivir y trabajar en otros estados miembros.

Reino Unido insiste en que debe recuperar el derecho a controlar la inmigración y poner fin al libre movimiento desde el bloque. La gran cantidad de ciudadanos del bloque europeo que se mudaron a Gran Bretaña en años recientes fueron un importante factor para muchos británicos que votaron en favor de salir de la UE.

May dice que Reino Unido dejará el mercado único de la UE y su unión de aduanas sin aranceles, pero que aún así quiere un comercio libre sin "fricciones". Es difícil ver cómo Londres puede imponer restricciones a la inmigración sin incurrir en algunas barreras comerciales.

¿ACUERDO O NO?

Gran Bretaña invocó el Artículo 50 del tratado de la UE, iniciando el proceso de salida.

Funcionarios en ambas partes esperan que para el 2019 habrá un acuerdo final o al menos uno para seguir negociando en el período de transición.

Pero existe una tercera posibilidad, en la que Reino Unido queda afuera sin acuerdo alguno.

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