Estados Unidos lideró ayer a un grupo de países, entre los que figuran Reino Unido y Francia, que se oponen a un tratado de la ONU para prohibir las armas nucleares, al considerar que no tiene en cuenta el actual panorama de crisis mundiales.
“Como madre, como hija, nada me gustaría más que un mundo sin armas nucleares, pero tenemos que ser realistas, ¿alguien cree que Corea del Norte va a aceptar una prohibición de las armas nucleares?”, dijo Nikki Haley, embajadora estadounidense, al margen del inicio de las negociaciones sobre este tratado en la Asamblea General de la ONU.
Haley hizo estas declaraciones rodeada por los embajadores de una veintena de aliados de Estados Unidos, como Reino Unido, Francia y Corea del Sur, varios países del este de Europa miembros de la OTAN y Turquía. Según ella, “cerca de 40 países” apoyan la decisión de no respaldar la prohibición. Rusia y China, que no secundan las negociaciones, no acompañaron a Haley. Japón tampoco estuvo con ella. “A todos nos gustaría que existiera la prohibición a las armas nucleares, pero no podemos decir que esta decisión protegería a nuestros ciudadanos”, agregó.
El embajador británico, Matthew Rycroft, explicó: “La mejor forma de llegar a un desarme nuclear mundial es a través de uno multilateral progresivo y que sea negociado etapa por etapa”.
El representante adjunto de Francia, Alexis Lamek, recalcó que una prohibición inmediata de las armas nucleares va contra el “enfoque progresivo” del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
Los partidarios de las negociaciones afirman que las potencias nucleares no han hecho nada en los últimos años por desarmarse, aunque Haley reiteró que su país redujo 85% su arsenal desde que entró en vigor el TNP.