El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, urgió hoy a las llamadas "ciudades santuario" a volver a colaborar con las autoridades federales para detener y deportar a los inmigrantes indocumentados.
"Cuando las ciudades y los estados se niegan a ayudarnos a hacer cumplir nuestras leyes, nuestro país es menos seguro. Esas políticas no pueden continuar", afirmó Sessions, que apareció por sorpresa en la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca.
"No deportar a los inmigrantes que han sido condenados por crímenes pone a todas nuestras comunidades en riesgo", añadió el fiscal general.