Responsables iraquíes afirmaron ayer que decenas de civiles murieron en el oeste de Mosul por los bombardeos aéreos contra el último gran bastión del grupo Estado Islámico (EI) en Irak, unos ataques confirmados por la coalición liderada por Estados Unidos.

Las aviaciones iraquí y de la coalición internacional antiyihadista liderada por Estados Unidos bombardean la segunda ciudad de Irak para apoyar a las tropas que combaten al EI en el terreno.

La coalición reconoció en un comunicado que había atacado el lugar descrito por las fuentes locales. “Una revisión provisional de los datos (...) indica que, a petición de las fuerzas de seguridad iraquíes, la coalición atacó a combatientes y equipamiento del Estado Islámico el 17 de marzo en el oeste de Mosul, en un lugar donde supuestamente hubo bajas civiles”, señala el comunicado. Sin embargo, las cifras precisas de esas “bajas” no han podido ser verificadas de forma independiente.

“Hay decenas de cuerpos que siguen sepultados bajo los escombros”, indicó a la AFP Bashar al Kiki, el jefe del consejo provincial de Nínive, cuya capital es Mosul. El gobernador de esta provincia, Nawfal Hammadi, habló de más de 130 civiles muertos, pero otras fuentes hablan de más de 200.

La presidenta del Consejo de la comarca de Mosul, Basma Basim, cifró en 500 las víctimas mortales. Señaló que la destrucción fue causada por “aviones estúpidos” —en contraposición a la denominación de aparatos inteligentes— contra ciudadanos “inocentes” y pidió al gobierno iraquí que impida que aquellos operen en los cielos de Mosul.

“Con más de mil muertos civiles en supuestos bombardeos de la coalición sólo este mes (marzo), hay preocupación porque EU y sus aliados no están tomando las precauciones suficientes para proteger a los civiles inocentes en el campo de batalla”, alertó Chris Woods, director de la organización Airwars, que contabiliza los bombardeos internacionales en Irak y en Siria y situó los muertos en el ataque del 17 de marzo en Mosul entre 22 y 500.

Ciudadanos y activistas de Mosul han pedido al gobierno iraquí que reconsidere permitir a la coalición bombardear, y acusan a las autoridades de no llegar a tiempo para rescatar a las víctimas.

Hakam al Dalimi, activista, se mostró indignado porque mientras que la comunidad internacional ofreció sus condolencias por el ataque terrorista del miércoles en Londres, “nadie se solidarizó con las decenas de personas que murieron en Mosul”.

En esta fase de la ofensiva sobre el oeste de Mosul, que inició el pasado 19 de febrero, el número de víctimas civiles ha aumentado considerablemente, frente a la batalla en el este de la urbe, así como el número de desplazados, que el Ministerio iraquí de Migraciones cifró ayer en más de 200 mil en las últimas cinco semanas.

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