Estados Unidos decidió ausentarse de las audiencias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), realizadas hoy, las cuales debían tratar asuntos de derechos humanos en territorio estadounidense, un hecho sin precedente reciente y que marcó la penúltima jornada del periodo de sesiones de la CIDH.
La Comisión había programado una serie de audiencias sobre algunos de los decretos más polémicos del presidente estadounidense (las órdenes de refuerzo en la persecución de inmigrantes indocumentados, el veto a refugiados y migrantes de países de mayoría musulmana y la construcción de oleoductos criticados por su afectación a tierras indígenas y al medio ambiente), así como al derecho a asilo en EU y un caso de derechos humanos durante la Segunda Guerra Mundial. No envió representante a ninguna.
“Es lamentable que se pierda la oportunidad de ese diálogo, no solo ante los presentes sino ante la colectividad que sigue esto(s temas)”, dijo a la conclusión el presidente de la CIDH, el peruano Francisco Eguiguren.
Según contó la Comisión, el gobierno de Estados Unidos avisó el lunes por la tarde de su decisión de no asistir. En un mensaje remitido a EL UNIVERSAL, el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, apuntó que los Estados Unidos decidieron no personarse al considerar que “no era apropiado participar en estas audiencias mientras hay una litigación por estos casos en las cortes”. El veto migratorio está congelado y en manos de la justicia, y el oleoducto Dakota también está en las cortes.
“Los EU tienen un tremendo respeto por el rol desempeñado por la CIDH en salvaguardar los derechos humanos y las libertades fundamentales”, aseguró Toner. Sin embargo, no era la primera vez que la administración Trump esquivaba un órgano de derechos humanos. Un día antes boicoteó una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU por el “prejuicio anti-israelí” de una de las comisiones. Preguntado por esa tendencia, el portavoz aclaró que “es como mezclar naranjas y manzanas”.
Las organizaciones en favor de los derechos civiles criticaron duramente a Estados Unidos por la decisión. “Es un error histórico. Si el señor Trump y su administración creen que han hecho algo que es legal, legítimo y compatible con los derechos humanos deberían estar aquí para defenderlo”, dijo director de derechos humanos de la American Civil Liberties Union (ACLU), Jamil Dakwar, a un grupo de periodistas, entre ellos este diario, .
La ausencia de EU opacó una de las audiencias más esperadas del 161 periodo de sesiones de la CIDH, la referida a los decretos de Trump, que las organizaciones civiles solicitaron “rescindir de forma inmediata”.
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