Un primer cargamento de 322 armas fue entregado ayer por las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a una misión de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el arranque de un proceso para la definitiva y total dejación de armamento de la más antigua guerrilla de América y en uno de los pasos clave de la pacificación, luego de más de 52 años de conflicto bélico en ese país sudamericano.
La entrega inicial es protagonizada por 322 guerrilleros que deben estar desarmados porque integran el Mecanismo de Monitoreo y Verificación del Cese el Fuego, formado también por delegados gubernamentales y observadores de la ONU y parte central del acuerdo de paz suscrito en noviembre de 2016 entre el gobierno de Colombia y las FARC, después de más de cuatro años de negociaciones en Cuba. En desarme, la verificación es exclusiva potestad de 450 elementos de la misión de la ONU y luego habrá revisión tripartita de lo hecho por ese organismo.
“Es un día histórico” para Colombia, porque las FARC “dicen adiós a las armas para cambiar la violencia por la reconciliación”, escribió ayer el presidente colombiano Juan Manuel Santos en su cuenta de Twitter. En un discurso posterior, el gobernante destacó el hecho de que “vivamos los días más pacíficos en 40 años: hoy las FARC están iniciando el desarme”.
“Muchos no han visto, o no quieren ver, la trascendencia de haber acabado un conflicto de más de medio siglo, haber detenido esa ‘fábrica’ de víctimas que es la guerra”, agregó, al cumplirse ayer 184 días de que Santos y las FARC decretaron, el 29 de agosto de 2016, el cese el fuego y el fin de las hostilidades bélicas.
En un comunicado, las FARC pidieron que “en paralelo” al comienzo de la dejación de armas, se garantice “la seguridad jurídica para los guerrilleros” y solicitaron excarcelar a los que se les puede aplicar una ley de amnistía aprobada en diciembre anterior.
En respuesta al inicio del desarme, el gobierno empezó a liberar a unos mil 200 guerrilleros que estaban encarcelados y que pudieron acogerse a la amnistía al no enfrentar delitos graves.
Tarea. Unos siete mil hombres y mujeres de las FARC empezaron a dejar las armas en 26 puntos—19 Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN) y siete Puntos Transitorios de Normalización (PTN) de 25 municipios de 14 departamentos— a los que fueron trasladados, con armamento, enseres y otros bienes, del 28 de enero al 19 de febrero de este año para su desmovilización y desarme y su paulatina reintegración social.
Según el pacto de paz, ratificado en diciembre pasado por el Congreso de Colombia, el desarme se desarrollará en los próximos tres meses.
De acuerdo con información oficial actualizada ayer, debería concluir el 28 de mayo de 2017, mientras simultáneamente se sigue preparando la reinserción civil de los ex guerrilleros y el paso de las FARC de guerrilla a partido político legal.
El gobierno dijo a EL UNIVERSAL que la dejación de armas es un proceso técnico, medible y verificable en el que el armamento es registrado para conocer la cantidad y el tipo de armas e identificar sus características, y ser recolectado y almacenado por la ONU en contenedores. La ONU sacará el armamento de las ZVTN y los PTN y lo destruirá y fundirá para construir tres monumentos que estarán en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, en Cuba y en Colombia.
Las FARC entregaron a la ONU las coordenadas de los sitios donde tienen armas inestables, como municiones, minas y explosivos, para que sean destruidos.