Un nuevo desborde del río Rímac en Perú inundó ayer el distrito de Chosica, obligando a las personas a protegerse en los techos de sus viviendas, ya que el agua alcanzó al menos un metro y medio de altura.

Varios ciudadanos, aislados desde tempranas horas sin agua ni alimento, pidieron ayuda a través de las redes sociales para evacuar hacia un lugar seguro. Es la segunda vez en la semana que el Rímac se desborda por las intensas lluvias que azotan Perú y el fenómeno de El Niño Costero, como lo llaman científicos locales, que cada cierto tiempo afecta al Pacífico, pero que esta vez se focalizó en la costa peruana.

Los noticieros de televisión mostraron cómo la fuerza del río deteriora las viviendas de Chosica e incluso alcanza los rieles de un tren que conecta la capital con el centro del país.

“Estábamos sacando el lodo que se metió con la salida del río. Llegué a rescatar mis colchones. De pronto llegó el huaico y se llevó mi casa”, dijo a AFP Salomón Imán, cuya vivienda estaba en la ribera del río Rímac. En Perú se llama “huaico” a la avalancha de lodo y piedras por las fuertes lluvias.

El gobierno dio ayer un nuevo balance del víctimas del fenómeno. “Lamentablemente hemos tenido 72 fallecidos” desde inicios de año, dijo el primer ministro, Fernando Zavala. La cifra de 72 mil 115 damnificados —que lo perdieron todo— y 567 mil 551 afectados —que sufrieron daños menores— se mantiene por ahora.

Especialistas ya habían advertido que el fin de semana se registrarían nuevos desbordes en Lima debido al aumento de lluvias en la costa y sierra del país. Las acciones están centradas ahora en evacuar a las víctimas para darles agua, alimentos y ropa.

El gobierno de Perú, cuyos ministros se han repartido entre las distintas zonas afectadas para coordinar la emergencia, destinó la primera ayuda recolectada a las norteñas regiones de Tumbes, Piura, Lambayeque y Ancash, donde en conjunto suman más de 66 mil damnificados.

La ayuda fue enviada en buques militares y pesqueros ante la imposibilidad de hacerla llegar por vía terrestre, ya que la carretera Panamericana Norte, que comunica Lima con Ecuador, está cortada por la destrucción de cuatro puentes.

El gobierno ha incrementado su presupuesto en 764 millones de dólares para la reconstrucción que aún no puede empezar. Por ahora la prioridad es liberar vías, rescatar personas y contener el avance de los ríos. Sin embargo, las avalanchas no dan tregua. El ministro de Defensa, Jorge Nieto, alertó de nuevos huaicos en Santa Eulalia y en Cajamarquilla. Se declaró alerta roja y se pidió evacuación.

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