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El presidente turco Recep Tayyip Erdogan abrió ayer un nuevo frente en la crisis diplomática con la Unión Europea, a la que acusó de “una cruzada” contra el islam después de la decisión de la Corte de Justicia de la Unión Europea (CJUE) de autorizar a la empresas prohibir el porte de velo en determinadas circunstancias. Además, volvió a acusar a Europa de establecer un “nuevo nazismo”, palabras que Alemania y Francia rechazaron por “inaceptables”.
“¿Dónde está la libertad religiosa? ¿Quién ha tomado esta decisión [sobre el velo islámico]? Es la Corte de Justicia de la Unión Europea. Han empezado una cruzada, no hay otra explicación, contra la media luna”, símbolo del islam, declaró Erdogan en un discurso en plena crisis diplomática con Europa”.
“Europa regresa lentamente hacia los días que precedieron la Segunda Guerra Mundial”, agregó Erdogan.
Ya la víspera de las elecciones holandesas, Erdogan llamó a sus “hermanos musulmanes” residentes en Holanda a que no votaran ni a los partidos del Gobierno ni al ultraderechista Geert Wilders para luchar contra el “fascismo en Europa”.
También atizó el fuego de la confrontación religiosa el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, al opinar sobre el resultado de las elecciones holandesas. Tras asegurar que todos los partidos holandeses tienen la misma mentalidad “fascista”, aseguró que Europa se dirige hacia una “guerra de religiones”.
“¿Adónde están llevando a Europa? La están arrastrando al abismo. Pronto empezarán las guerras de religión”, dijo Cavusoglu.
La confrontación entre ambos países empezó el pasado sábado cuando Holanda impidió que ministros turcos hicieran campaña electoral en su territorio para pedir a la comunidad turca el apoyo en el referéndum constitucional que se celebrará en Turquía el próximo 16 de abril con el que el gobierno pretende ampliar las facultades presidenciales. Erdogan acusó nuevamente a Holanda de la masacre de Srebrenica en Bosnia. “Su democracia es una vergüenza”, dijo y recalcó que Holanda “pagará” por prohibir a sus ministros a realizar actos en ese país.
La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés François Hollande sostuvieron una conversación telefónica en la que coincidieron en que “las comparaciones [de Turquía] con el nacionalsocialismo y otras declaraciones contra Alemania y otros Estados son inaceptables”, comunicó el portavoz de Merkel, Steffen Seibert.
El funcionario dijo que ambos líderes se mostraron partidarios de que políticos turcos puedan asistir a actos públicos en sus países para abogar por el referéndum del 16 de abril
Esto será posible siempre y cuando se cumplan condiciones y requisitos precisos: “Deberán ser anunciadas con la debida antelación y transparencia y respetar al pie de la letra la ley alemana o francesa”, se señaló un comunicado emitido en Berlín.
El gobierno alemán ha amenazado con prohibir la entrada a su territorio de políticos turcos, y la ciudad alemana de Hannover canceló un acto electoral previsto para hoy de un alto cargo del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) del presidente turco.
Austria cancela conciertos. Las autoridades de las ciudades austríacas de Innsbruck y Henndorf cancelaron ayer los conciertos que iban a dar este fin de semana los cantantes turcos Osman Öztunc y Gökhan Tekin, descritos como ultranacionalistas.
Los cantantes iban a ofrecer un concierto este sábado en una sala de conciertos en Innsbruck y el domingo en otra de Henndorf, ambas de titularidad pública, y que cancelaron sus contratos al asegurar que los músicos no informaron del contenido político del concierto.
“La policía me ha informado de que los músicos de este espectáculo son claramente nacionalistas turcos, de extrema derecha y cercanos a los Lobos grises”, afirmó el gobernador de Tirol, Günther Platter, según recoge la agencia de noticias APA.
Los Lobos grises son un grupo radical turco definido como ultranacionalista o neofascista.
“Siempre he insistido en que no iba a permitir que la polarizadora disputa electoral turca entrara en el Tirol”, manifestó Platter.