El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, aseguró hoy que el gobierno de Donald Trump "no va tras los jóvenes indocumentados", conocidos como "soñadores", con el objetivo de deportarles e insistió en que su prioridad está centrada en los criminales.

"No vamos tras los niños de DACA", dijo el secretario en referencia a los beneficiados por la acción diferida impulsada por el expresidente Barack Obama para dar alivio a las deportaciones de los jóvenes inmigrantes, durante una reunión con el Caucus Demócrata y el Caucus Hispano del Congreso.

Según indicó a Efe una fuente legislativa que asistió a la reunión, los congresistas presionaron al jefe del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) sobre los casos registrados de "soñadores" que fueron deportados a sus países de origen durante los apenas dos meses del gobierno de Trump.

Sin embargo, Kelly no respondió a sus demandas de manera específica y al ser cuestionado sobre la legalidad del programa de Acción Diferida para los llegados en la infancia (DACA) en el DHS, respondió que él no es un abogado como para conocer ese tipo de cuestiones.

"Soy lo mejor que le ha pasado a DACA. Todavía está en los libros", agregó, según la misma fuente, respecto a que dicho alivio migratorio no ha sido eliminado de las directrices ejecutivas.

La reunión con los congresistas ha tenido lugar después de que los demócratas la demandaran en decenas de cartas remitidas a Kelly para pedirle explicaciones sobre las políticas migratorias del nuevo Gobierno que preocupaban en sus comunidades, pero no tuvieron ningún tipo de respuesta hasta hoy.

La representante Norma Torres preguntó al secretario de Seguridad Nacional sobre la posibilidad de que el DHS separe a madres e hijos en la frontera, y si están manejando estrategias de reunificación familiar.

Kelly se limitó a responder que no están ejecutando dichas separaciones, aunque hace unas semanas no descartó esa práctica, e insistió en que el DHS sólo tiene a los menores bajo su custodia durante 72 horas, para luego ser transferidos al Departamento de Salud y Servicios Humanos.

El endurecimiento del sistema de deportación impulsado por Trump ha suscitado mucha polémica, y los congresistas, en su mayoría demócratas, han demandado respuestas desde hace semanas para saber cómo estas medidas están impactando en sus comunidades.

Por su parte, la presidenta del Caucus Hispano, Michelle Lujan Grisham, acusó a la Administración de no tener en cuenta las garantías del debido proceso contra los indocumentados, lo que, según dijo, ha llenado de miedo a las comunidades inmigrantes.

En una rueda de prensa posterior a la reunión, la vicepresidenta del Caucus Demócrata, Linda Sánchez, explicó que Kelly no profundizó en muchos aspectos, pero sí resolvió algunas de las dudas de los congresistas.

Entre ellas, dijo, Kelly aseguró también a los legisladores que el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) está evitando acudir a lugares comunitarios como hospitales, iglesias o escuelas para llevar a cabo redadas.

La representante por California Judy Chu planteó la preocupación de los legisladores sobre que los prejuicios raciales sean un factor subyacente a las deportaciones, algo que Kelly rechazó.

El secretario puntualizó que ha habido casos de gente que ha tenido problemas legales, "pero no por su religión o el color de su piel o su ideología política", sino porque violaron la ley.

"Yo no denuncio a nadie, el ICE no deporta a nadie, las leyes y los jueces de Estados Unidos son quienes lo hacen. El Departamento de Seguridad Nacional no deporta a nadie", reiteró Kelly, sugiriendo a los congresistas que si no les gustan las leyes actuales, las cambien desde el Capitolio.

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