La policía ordenó a un centro comercial en la ciudad alemana de Essen que no abriera el sábado, tras recibir informaciones creíbles sobre un ataque inminente.
El centro comercial y el estacionamiento adyacente se mantuvieron cerrados por la mañana mientras un centenar rodeaban el recinto para asegurarse de que nadie pudiera entrar. Varios agentes aseguraron el edificio para sacar al personal de limpieza que trabajaba de madrugada.
"Como policías, somos la autoridad de seguridad aquí y hemos dejado cerrar el centro comercial", dijo el portavoz policial Christoph Wickhorst, añadiendo que habían recibido información el viernes por la noche de otras agencias de seguridad. El vocero declinó dar más información porque la investigación seguía abierta.
El centro comercial en la plaza Limbecker, uno de los más grandes de la región, permanecerá cerrado todo el día. Tiene más de 200 tiendas, según el sitio web del centro comercial de Essen, en el oeste de Alemania.
rmlgv