El proceso de desarme de las FARC en Colombia comenzará hoy en cumplimiento del acuerdo de paz con el gobierno para terminar medio siglo de conflagración interna, afirmaron ayer ambas partes, luego de retrasos por razones logísticas.
Tras concentrar a los combatientes en las zonas convenidas, “este miércoles comienza el proceso de desarme” previsto bajo supervisión de Naciones Unidas, dijo a periodistas el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo.
“Supone el registro de las armas, la destrucción del armamento inestable [explosivos, minas], el almacenamiento de las armas de acompañamiento [armas largas]. Todo lo que no se había hecho”, apuntó.
Por su parte, el líder guerrillero Iván Márquez, jefe negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en los diálogos en Cuba, confirmó en rueda de prensa que hoy inicia “en firme el proceso de dejación de armas a pesar de los evidentes retrasos en la adecuación logística en las zonas. Realizaremos (...) el registro de las armas en todos los campamentos y reajustaremos el plan de destrucción de armas inestables o explosivos”.
Según el pacto entre las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos, el 1 de marzo la guerrilla debía entregar a la Misión de la ONU el primer 30% de sus armas, pero antes debían cumplirse fases previas. El cronograma registra retrasos de hasta 60 días porque el ingreso de casi 7 mil miembros de las FARC a los 26 puntos de concentración estaba previsto para el 31 de diciembre, pero se concretó recién hace 10 días por falta de infraestructura para alojar a los rebeldes.
Sin embargo, las partes insistieron en mantener el plazo final de 180 días contados a partir del 1 de diciembre, o “Día D”, para completar el proceso de dejación de armas y reincorporación de los guerrilleros.
La ONU saludó en un comunicado el consenso y dijo que “en cumplimiento de su mandato”, se procederá a identificar y registrar “todas las armas presentes en los campamentos de las FARC en las 26 zonas”.
El “almacenamiento gradual” se iniciará con la recepción de las armas de los miembros de las FARC que integran el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV), el ente tripartito (FARC, gobierno y ONU) que según el pacto de paz debe controlar el cese al fuego bilateral y definitivo. La ONU dijo que “en paralelo y en coordinación con las FARC”, la misión de 450 observadores internacionales “empezará de inmediato el proceso de planeación y verificación de la destrucción del armamento inestable, como municiones, minas y explosivos”.
En tanto, el jefe negociador de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Israel Ramírez, señaló que detendrán la ofensiva iniciada hace semanas cuando se llegue a un acuerdo de cese el fuego con el gobierno colombiano.
Respondió así al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien dijo que las acciones violentas del grupo armado ponen en riesgo las negociaciones que empezaron en Ecuador el pasado 7 de febrero.
El ELN se atribuyó un ataque con explosivos en Bogotá, el 18 de febrero, que dejó un policía muerto y más de 20 agentes heridos. Según Ramírez, cuando se firme un acuerdo de paz entre las partes el ELN “dejará de querer llegar al poder por medio de las armas” y se dedicará a la política.