Bogotá.— Los participantes en la XVI Cumbre Mundial de Premios Nobel de Paz alzaron ayer sus voces en contra de las políticas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a las que calificaron de “racistas”.
En el primer día del foro, que se extenderá hasta el 5 de febrero, los ganadores del Nobel rechazaron las acciones de Trump dirigidas a construir un muro en la frontera con México y el veto temporal a la entrada de refugiados y ciudadanos de siete países musulmanes.
“Lo que hizo Trump fue un acto racista, que contradice la democracia”, criticó la periodista y activista yemení Tawakkul Karman, ganadora del Nobel de Paz de 2011.
Karman, galardonada por su lucha pacífica por la seguridad de las mujeres y sus derechos hizo un llamado para “acabar con el discurso de violencia que impera hoy” e instó al mandatario estadounidense a “no aislar a los musulmanes”.
Yemen está junto con Siria, Libia, Irán, Irak, Somalia y Sudán en la lista de países cuyos ciudadanos fueron vetados temporalmente por la Casa Blanca para entrar a EU.
A las protestas se unió el dos veces presidente de Costa Rica y Nobel de la Paz 1987, Óscar Arias, para quien la novela 1984, de George Orwell, es “el guión diario” de los nuevos gobernantes de EU.
A juicio de Arias, esos “hechos alternativos” que presenta la administración de Trump han derivado en que crezcan de “manera espeluznante” situaciones de “insensatez, xenofobia y odio”.
“No tiene sentido que nos llamen terroristas cuando ellos [Estados Unidos] invadieron Irak y oprimieron a los países de Medio Oriente por su falta de democracia. Somos gobiernos que buscan la libertad y quieren la paz”, indicó Shirin Ebadi, galardonada en 2003 por sus esfuerzos por la democracia y los derechos humanos en Irán.