El papa Francisco ha reducido discretamente las sanciones a un puñado de curas pederastas, aplicando su visión de una Iglesia misericordiosa, algo que cuestionan las víctimas y los asesores pontificios.
Un caso en particular debió ser reabierto: un sacerdote italiano que se había beneficiado con la clemencia del Papa fue condenado por una corte penal por cometer delitos sexuales contra niños, algunos de los cuales tenían apenas 12 años. El padre Mauro Inzoli enfrenta un segundo juicio eclesiástico desde que aparecieron nuevas pruebas en su contra, según pudo saber The Associated Press.
El caso Inzoli no es el único en el que el Pontífice reduce una sentencia que buscaba apartar al cura del sacerdocio, dijeron dos abogados canónicos y un funcionario de la Iglesia a AP.
Francisco ha proclamado que hay “tolerancia cero” para los sacerdotes abusivos y pidió a los obispos tomar “todas las medidas necesarias” para proteger a los menores. Sin embargo, recientemente opinó que los abusadores sexuales padecen una “enfermedad”, término usado por abogados defensores. AP