El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habló hoy sobre México con su secretario de Estado, Rex Tillerson, poco antes de que este partiera en un "significativo" viaje oficial al país vecino para reforzar una relación que la Casa Blanca considera "saludable" y "fenomenal", pese a las tensiones latentes.
Tillerson inicia hoy un viaje de dos días a México junto al secretario de Seguridad Nacional de EU, John Kelly, y habló sobre ese tema con Trump en la Casa Blanca antes de despegar hacia el país latinoamericano.
"Es significativo que el presidente esté enviando a estos secretarios a México tan pronto en su Administración", aseguró el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, después de la reunión entre Trump y Tillerson.
"Es algo simbólico de la relación significativa que los dos países tienen", añadió Spicer en su conferencia de prensa diaria.
El portavoz explicó que las "importantes" conversaciones durante la visita se centrarán en "mejorar la calidad de vida" en ambos países mediante "el combate a los narcotraficantes y la búsqueda de formas de potenciar ambas economías con una relación más amplia que promueva el comercio y la inmigración legal".
La visita supone un "comienzo muy alentador para la relación de trabajo con nuestro increíble vecino del sur", subrayó Spicer.
Preguntado por las tensiones que han marcado el diálogo con México desde antes de la llegada de Trump al poder, el portavoz aseguró que la Casa Blanca tiene "una relación muy saludable y robusta con el Gobierno mexicano".
"La relación con México ahora mismo es fenomenal, hay un diálogo increíble y robusto entre nuestros dos países", sentenció.
Tillerson y Kelly tienen previsto reunirse en México con el presidente de ese país, Enrique Peña Nieto, además de con los ministros de ese país para Interior, Asuntos Exteriores, Finanzas, Defensa Nacional y Marina.
Spicer explicó que ambos hablarán con sus pares mexicanos sobre la "implementación" de las órdenes ejecutivas emitidas por Trump sobre inmigración, entre otros temas.
La visita tiene como objetivo dar continuidad al diálogo entre los Gobiernos de México y Estados Unidos que Trump y Peña Nieto acordaron mantener en su llamada telefónica del pasado 27 de enero.
Esa llamada se produjo un día después de que Peña Nieto cancelara un viaje a Washington en el que tenía previsto reunirse con Trump, luego de que el líder estadounidense firmara un decreto para construir un muro en la frontera mexicana y asegurara que su coste será "reembolsado al 100 %" por México.
Pese a sus marcadas diferencias en torno al muro y las políticas migratorias y comerciales, los dos países han mantenido sus contactos a nivel ministerial en temas como comercio, migración, seguridad, y tráfico ilegal de drogas, armas y efectivo.
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