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El ex presidente Felipe Calderón, cuya entrada a Cuba fue impedida ayer por el gobierno de la isla, acudiría hoy a un acto de disidentes: la entrega de un premio en memoria de Oswaldo Payá, fallecido en 2012.
La Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, organización que preside la opositora Rosa María Payá, hija de Oswaldo, tenía previsto entrgar el premio "Libertad y Vida" al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro, por su "destacada actuación en defensa de la democracia".
Cuba, sin embargo, mantiene una relación conflictiva con la OEA, organismo del fue expulsada en 1962; no fue sino hasta décadas después, en 2009, cuando los estados miembros de la entidad hemísferica anularon la exclusión de la isla.
Aunado a esto, los disidentes que integran la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia son considerados por las autoridades cubanas como contrarrevolucionarios y mercenarios a sueldo de intereses "imperialistas".
El propio Oswaldo Payá falleció en julio de 2012 junto al también disidente cubano Harold Cepero luego de que el vehículo en el que viajaban y que conducía Ángel Carromero, dirigente de las juventudes del Partido Popular de España, se impactó contra un árbol.
La familia Payá sostiene que fue un asesinato orquestado por las autoridades cubanas, aunque el juicio contra Carromero por homicidio confirmó la tesis del accidente.
No sólo a Calderón se le prohibió el ingreso a la isla, también a la ex ministra chilena Mariana Aylwin, quien iría al evento para a recoger un premio póstumo a su padre, Patricio Aylwin, primer presidente de la democracia en Chile tras la dictadura de Augusto Pinochet.
Asimismo, aunque Luis Almagro confirmó su intención de viajar a Cuba para recibir el galardón, se desconoce si las autoridades cubanas le permitirán ingresar en la isla, a donde tenía previsto llegar desde ayer procedente de París.
Por el momento las autoridades cubanas no se han pronunciado sobre la polémica originada y que ha ocasionado malestar en las cancillerías de México y Chile.
En cambio, Rosa María Payá consideró la decisión de Cuba de vetar la entrada al país de invitados al homenaje a su padre como una "grave agresión" y una "grosería de la tiranía", aunque insistió en su determinación de celebrar el acto.
La disidente aseguró que el homenaje se va a celebrar este miércoles en su domicilio familiar "sí o sí", mientras que la entrega de premios será en La Habana, pero no hasta que el gobierno cubano permita la entrada a las personalidades invitadas.
Payá denunció, además, la detención del vicepresidente para Cuba de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Henry Constantín, y de Sol García Basulto, corresponsal del portal 14ymedio en la ciudad de Camagüey, además de la de dos integrantes de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia en la ciudad de Holguín, quienes iban a acudir al acto de homenaje.
A la espera de que Almagro se presente o no en La Habana, la OEA no ha emitido todavía ningún pronunciamiento sobre el que sería el segundo viaje a la isla de un secretario general de esta organización, después del que hizo en 2014 su predecesor, el chileno José Miguel Insulza.
En esa ocasión, Insulza fue formalmente invitado por el Gobierno cubano para asistir a la Cumbre de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se celebró en La Habana en enero de 2014, mientras que el viaje de Almagro no responde a una invitación oficial.
Acceso negado
“Persona non grata”, de Jorge Edwards, es un libro donde el escritor chileno retrata su experiencia en Cuba, a donde llegó en calidad de encargado de Negocios, enviado a comienzos de los años 70 por el presidente Salvador Allende, lo que acabó con la declaratoria por parte del régimen cubano que dio nombre a su libro.
Pero el caso del escritor no fue el primero; la situación de expulsión o negación del permiso de entrada a la isla a escritores, artistas e intelectuales tiene entre sus primeros antecedentes el caso de Allen Ginsberg, el poeta estadounidense fue expulsado de Cuba porque causó escándalo cuando habló de su homosexualidad; incluso llegó a insinuar que Fidel Castro habría tenido experiencias homosexuales de niño con afirmaciones como “Todos las tenemos, ¿por qué no él?” o “Le gustaría mucho irse a la cama con el 'Che'”.
El rompimiento entre los intelecuales y Cuba tuvo su momento cumbre en 1971, cuando en apoyo al escritor Heberto Padilla, autor del texto Fuera de Juego, varios escritores internacionales firmaron una carta y las posiciones frente a la isla se dividieron, los que apoyaban el régimen y los que lo criticaron. Aquella carta fue firmada, entre otros, por Mario Vargas Llosa, Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Italo Calvino, Isaac Deutscher, Giulio Einaudi, Juan y José Goytisolo, Alberto Moravia, Ricardo Porro, Carlos Franqui, Jorge Semprún y Susan Sontag.
Su distancia con la isla quedó marcada, pero no llegó a los términos de la declaración de persona non grata que sí se dio a Jorge Edwards.
Con autores de la propia isla hubo otra situación; un amplio grupo de grandes escritores se exiliaron o fueron relegados por completo. En los años 60, Guillermo Cabrera Infante fue considerado un intelectual incómodo para la dictadura; tuvo que exiliarse y aunque regresó a la isla, fue perseguido, por lo que acabó por irse definitivamente a España y luego a Londres.
La prensa ha sido la más afectada a lo largo de décadas. Varios periodistas no han podido ingresar y a otros, el régimen les retiró sus acreditaciones. En 1999, el gobierno cubano rehusó un pedido de visa del diario The Miami Herald, para Susana Barciela, cubanoestadounidense e integrante de la junta editorial del periódico, y para el editor Tom Fiedler.
En 2007, la isla negó la renovación de acreditación a los periodistas Stephen Gibbs, de la BBC; Gary Marx, de Chicago Tribune, y César González Calero, de EL UNIVERSAL. En 2011, retiró la acreditación al periodista Mauricio Vicent, del diario español El País.
Más recientemente, la isla negó visa a la periodista sudamericana María Elena Salinas para viajar a cubrir la visita del Papa Francisco en 2015. En abril del año pasado se negó la entrada a la también periodista colombiana Gina Romero.
Un artista de la isla, Aldo Menéndez, conocido como “Maldito Menéndez”, denunció en 2015 que las autoridades cubanas le negaron la entrada a la isla para participar en un festival.
Además, exiliados como la activista Ana Margarita Perdigón Brito han denunciado que el gobierno de la isla les impide ingresar para estar con sus familias.
Con información de EFE y Sonia Sierra