El hospital de Kuala Lumpur en donde se encuentra el cuerpo de Kim Jong-Nam, hermanastro del líder norcoreano Kim Jong-Un, estaba este martes bajo custodia en medio de versiones acerca de la llegada del hijo de la víctima para reclamar los restos, algo desmentido por las autoridades.
El cuerpo de Kim Jong-Nam, asesinado el lunes en el aeropuerto de Kuala Lumpur, está en el centro de una crisis diplomática entre Malasia y Corea del Norte.
Pyongyang insiste en que Kuala Lumpur le entregue los restos mortales de la víctima y se opuso a la autopsia para conocer el fallecimiento.
Pero Malasia rechazó el pedido insistiendo en que el cuerpo debe permanecer en la morgue hasta que un miembro de la familia lo identifique, a través de un cotejo de ADN.
Fuentes de los servicios secretos y la prensa malaya anunciaba la llegada el lunes por la noche desde Macao del hijo de Kim Jong-Nam, Kim Han-Sol, informaciones que la AFP no pudo confirmar.
El martes por la mañana un convoy de cuatro vehículos penetró en el recinto del hospital, escoltados por una treintena de hombres de las fuerzas especiales malasias desplegados para vigilar la zona, antes de retirarse horas después.
Una furgoneta blanca de la policía abandonó por su parte el recinto hacia las 04H00 locales (20H00 GMT lunes), constató un reportero de AFP.
Ningún miembro de la familia reclamó el cuerpo, dijo Noor Hisham Abdulá, viceministro de Salud malayo, en una conferencia de prensa.
"Seguimos a la espera", añadió precisando que el informe sobre la autopsia aún no estaba terminado más de una semana después del asesinato.
El embajador de Corea del Norte en Malasia, Kang Chol, había estimado el lunes que el pedido de los investigadores de proveer una muestra de ADN era "absurdo". Agregó que la embajada estaba en su derecho de recuperar el cuerpo de uno de sus ciudadanos con pasaporte diplomático.
Kang Chol recusó además la investigación policial afirmando que tenía móviles políticos y que Malasia complotó con Corea del Sur desde el comienzo para perjudicar a Corea del Norte.
El ministro de Relaciones Exteriores malasio, Anifah Aman, rechazó el lunes las acusaciones norcoreanas basadas, según él, en "mentiras, fantasías y verdades a medias".
Sugerir que la investigación tiene motivaciones políticas es "algo profundamente insultante para Malasia", había agregado.
Corea del Sur por su lado acusó a su vecino del Norte, al citar la existencia de una "orden permanente" del dictador Kim Jong-Un para eliminar a su hermanastro, muy crítico con el cerrado régimen comunista de Pyongyang.
El lunes el primer ministro malasio, Najib Razak, defendió el profesionalismo de los investigadores.
"Tengo una confianza absoluta en la objetividad de su trabajo", había insistido.
Kim Jong-nam, de 45 años, considerado un tiempo como el sucesor del régimen, cayó en desgracia cuando en 2001 protagonizó un incidente embarazoso para el régimen comunista.
Fue detenido en el aeropuerto de Tokio con un pasaporte falso de la República Dominicana. En aquel momento, afirmó que quería visitar el parque de atracciones de Disneylandia.
Desde entonces vivió exiliado con su familia en Macao, Singapur o China. Viajó en múltiples ocasiones a Bangkok, Moscú y Europa.
Cuando su hermanastro llegó al poder, en 2011, expresó sus dudas sobre sus capacidades para gobernar. Los anuncios de purgas, ejecuciones y desapariciones -algunas confirmadas, otras no- se han multiplicado desde la llegada al poder de Kim Jong-Un.