Quito.— El oficialista de izquierda Lenín Moreno y el opositor de derecha Guillermo Lasso pasarán a la segunda vuelta presidencial de Ecuador al encabezar las votaciones de ayer, según datos parciales del Consejo Nacional Electoral (CNE).

De acuerdo con 78.4% de los votos computados, Moreno encabezaba los resultados con 38.83% de los votos, mientras que Lasso tenía 28.58%.

Con ese porcentaje, la socialcristiana Cynthia Viteri obtenía 16.28% y le seguían Paco Moncayo (6.84%), Abdalá Bucaram (4.73%), Ivan Espinel (3.23%), Washington Pesántez (0.77%) y Patricio Zuquilanda (0.75%).

La normativa ecuatoriana establece que un candidato ganará la presidencia en una sola ronda de votaciones si obtiene una mayoría absoluta (la mitad más uno de los votos) o si alcanza un mínimo de 40% y mantiene una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre el segundo más votado. La segunda vuelta electoral tendrá lugar el 2 de abril.

Por la noche, Moreno, un administrador de 63 años que sufre paraplejia y candidato del oficialista Alianza País (AP) hizo un llamado a sus seguidores a “seguir la lucha” y se dijo convencido de que finalmente logrará el triunfo.

Luego destacó: “Seguimos firmes, esto no es un tema de un mes o dos meses; ésta es un lucha de largo aliento porque esta batalla la vamos a ganar”. Asimismo, expresó su certeza de llegar a los 40 puntos y ganar en la primera vuelta electoral.

Horas antes, la firma OPECUADOR lo señaló como ganado en primera vuelta al conseguir 42.9% de los votos válidos, seguido de Lasso, con 27.7%.

“A esta revolución no la para nada ni nadie”, dijo Moreno en ese momento, acompañado del presidente Rafael Correa y de un puñado de seguidores tras escuchar los datos de las encuestas. “Hemos ganado estas elecciones en justa lid”. Al cierre de esta edición, matemáticamente era posible que el candidato lograra el triunfo en primera vuelta, pese a que la mayoría de los sondeos a boca de urna señalaban que el oficialista no lograría 40% mínimo necesario.

Lasso, por su parte, pidió calma a sus seguidores y los conminó a esperar los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE).

“Volveremos a presentarnos ante el pueblo ecuatoriano una vez que, a través del conteo oficial y del control electoral que hemos montado, se confirme la verdad que sabe hoy Ecuador, América Latina y el mundo entero: ‘Hay segunda vuelta electoral’”, dijo el candidato opositor en su natal Guayaquil.

“Con todos los demás candidatos construiremos esa unidad que tanto ansían los ecuatorianos”, dijo Lasso. “Gobernar es buscar, todos juntos, soluciones a los problemas. Llegaremos a acuerdos con las demás tendencias políticas”, expresó.

Lasso, un banquero de 61 años, es visto como la opción más fuerte para poner fin a una década de gobierno izquierdista, el más largo y estable de la historia reciente de Ecuador.

Anoche, Viteri expresó su respaldo a Lasso a través de su cuenta de Twitter: “Pese a la campaña sucia de la que hemos sido víctimas, insultos y expresiones rechazando alianzas, votaremos por la candidatura del Sr. Lasso”.

Durante la campaña electoral, Lasso —un defensor del libre mercado— llamó en varias ocasiones a la unidad de la oposición para hacerle frente al oficialismo en un eventual balotaje.

Lasso y Cynthia Viteri (quien quedaría en tercer lugar de la contienda) encarnan el descontento de una parte de ecuatorianos con las políticas socialistas de Correa y su estilo confrontacional, así como el manejo de la economía dolarizada fuertemente golpeada por la caída de los precios del crudo.

De acuerdo con analistas, el respaldo de Viteri y Lasso podría dar a la derecha el triunfo en una segunda vuelta electoral, puesto que Moreno deberá hacer frente también a los escándalos de corrupción que han afectado al gobierno de Correa.

Moreno, ex presidente del Banco Guayaquil, encarna el descontento de una parte de los ecuatorianos con las políticas socialistas de Correa y su estilo confrontacional, así como el manejo de la economía dolarizada fuertemente golpe ada por la caída de los precios del crudo.

Lasso centró su oferta electoral en la creación de empleos, reducción de impuestos y mayor inversión extranjera.

“Vamos por el cambio. Hemos vivido 10 años de desgracia, 10 años de robo, corrupción y de falsa honestidad. Con Lasso va a cambiar la situación”, aseguró ayer Ángel Mendoza, un arquitecto de 45 años.

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