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El decreto que prohíbe la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana no sólo afecta a pasajeros. El veto unilateral declarado sin previo aviso está teniendo impacto en la aviación, tanto en terminales como en aerolíneas que sirven de puente aéreo entre los ciudadanos de los países afectados y EU y en los servicios consulares.
Debido al veto decretado por el presidente Donald Trump, el aeropuerto internacional de Ámsterdam, Schiphol, alberga a seis iraníes en la zona libre de impuestos desde el pasado domingo, dos de ellos estudiantes de doctorado y con beca en la Universidad de Minnesota.
“Nos hubiera gustado mucho llevarlos, pero no tiene ningún sentido. Cuando lleguen al país de destino no los van a dejar entrar”, declaró un portavoz de la aerolínea holandesa KLM, en reacción a una manifestación convocada por la organización Socialistas Internacionales y Bienvenida a Refugiados en Ámsterdam en la zona de llegadas del aeropuerto. La protesta reunió a unas 70 personas. Situaciones similares se han registrado en otros aeropuertos, como el Charles De Gaulle de París, donde al menos a 15 personas se les ha negado abordar vuelos con destino la Unión Americana.
Algunas aerolíneas ya enfrentan multas, como Emirates, que opera vuelos diarios entre Dubái y diversas ciudades estadounidenses. Durante el fin de semana, la compañía de Medio Oriente tuvo que dejar en EU a pasajeros con boleto. Sus lugares fueron ocupados por personas a las que migración negó la entrada al país. Las multas varían de un país a otro, aunque la penalidad media es de 3 mil 500 dólares por caso.
De acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, la máxima autoridad en la materia, el decreto de Trump, “fue emitido sin coordinación o previo aviso, causando confusión entre aerolíneas y pasajeros”. La autoridad con sede en Ginebra, sostiene que la medida representa costos y una carga adicional para las compañías aéreas, y las expone a posibles sanciones por incumplimiento.
En el ámbito diplomático también hay confusión. Si bien países como Francia, Holanda, Alemania, Luxemburgo, Reino Unido, España, Portugal, entre otros, han recibido garantías de Washington de que sus ciudadanos con doble nacionalidad, es decir una comunitaria y una de los siete países afectados, no se verán afectados por el veto decretado por Trump, una alerta al viajero emitida el martes por el Ministerio de Exteriores de Bélgica, precisa que el traslado no será tan sencillo como parece.
Antes del decreto, para un iraní con pasaporte belga tomar un vuelo era sencillo, debía sólo solicitar una autorización de viaje en el ESTA, una aplicación online que consiste en completar un formulario en el idioma del país del origen y que es válida por una entrada para una estancia de tres meses. Ahora, “los belgas que junto a la nacionalidad belga tengan una de los siete países cubiertos por la prohibición de Trump deben ponerse en contacto en la embajada de EU en nuestro país si quieren viajar a EU”, reza la alerta consular.