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Estados Unidos carece de una metodología para medir la eficacia de las barreras existentes en la frontera con México, las cuales han sido perforadas o penetradas en al menos nueve mil 287 casos en un periodo de cinco años, concluyó un estudio legislativo.
A pesar de la existencia de mil 52 kilómetros de bardas, así como de barreras vehiculares y peatonales, las agencias fronterizas han documentado 2.1 millones de cruces ilegales, señaló la Oficina de Inspección General (GAO), el brazo de investigación del Congreso.
“Se necesitan acciones adicionales para evaluar mejor las contribuciones de las bardas a las operaciones (de control fronterizo) y ofrecer una directriz para identificar sus fallas”, señaló el reporte.
De acuerdo con agentes de la Patrulla Fronteriza (BP) de los sectores de El Paso y Tucson, uno de los métodos más comunes empleados para vulnerar las bardas y barreras vehiculares y peatonales son el trozado o segado de barrotes.
Otros métodos incluyen la colocación de rampas por encima de las barreras vehiculares, excavaciones por debajo de las barreras o el uso de artefactos como escaleras para burlar las nuevas vallas bolardo.
“Entre los años fiscales 2010 a 2015, la Oficina de Inmigración y Aduanas (CBP) registraron, un total de nueve mil 287 casos de vulneración”, señaló el informe.
Por comparación, las bardas más antiguas de la década de los 90’s registran un promedio de 82 penetraciones por milla, comparado con un promedio de 14 instancias por milla en el caso de los diseños más modernos, de acuerdo con la GAO.
Al menos 2.1 millones de entradas ilegales han sido documentadas por la patrulla fronteriza y en la frontera sur o este entre los años fiscales 2013 a 2015.
La CBP estima por su parte haber erogado alrededor de 2.4 mil millones de dólares entre los años fiscales 2007-2015 para desplegar bardas, rejas, caminos, puentes, iluminación, infraestructura de drenaje en los 3.2 mil kilómetros de su frontera sur.
Ante la falta de una metodología para evaluar la eficacia de las bardas, GAO recomendó al gobierno que la Patrulla Fronteriza desarrolle un sistema de medición para evaluar las contribuciones de las barreras vehiculares y peatonales a la seguridad fronteriza.
Asimismo la GAO planteó la necesidad de que desarrolle directrices en sus procesos internos para identificar, financiera y desplegar activos para operaciones de seguridad fronteriza.
Primero como candidato presidencial y después como presidente, Donald Trump ha colocado como una de sus prioridades la construcción de un muro en la totalidad de la frontera entre Estados Unidos y México.
Pero un reporte de la cadena CNN señaló el jueves pasado que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) se apresta a recomendar a Trump la elevación de bardas y no un muro, debido a que aquellas permiten visualizar lo que ocurre al otro lado de la frontera.
Aunque hasta el momento no se ha finalizado el plan que será presentado al presidente, un reporte interno preliminar elaborado por CBP esboza la construcción del muro en fases, a un costo total de más de 21.6 mil millones de dólares.
Bajo el sistema presupuestal de Estados Unidos, el presidente debe enviar el proyecto al congreso para la aprobación de los recursos. Aunque Trump insistió inicialmente que el muro será pagado por México, no ha insistido en esa opción en sus últimos discursos.
Sin embargo, un creciente número de legisladores republicanos, entre ellos los senadores John Cornyn y John McCain, empezaron a objetar el plan de construir el muro en la frontera con México, no sólo por su costo, sino porque lo consideran inefectivo.
Entre las preocupaciones de los republicanos destaca el costo del muro, la manera de financiarlo y su efectividad para la seguridad nacional de Estados Unidos.
El propio secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, sostuvo en enero que un muro es insuficiente para asegurar la frontera suroeste de Estados Unidos, pues se requiere de recursos humanos, tecnología y mayor acercamiento a países como México.
cfe