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El modesto tren de vida en Macao de Kim Jong-nam estaba muy alejado de la opulencia de su hermanastro, el líder supremo de Corea del Norte, pero el régimen comunista lo consideraba un peligro para la dinastía en el poder.
Amigos de Jong-nam en el enclave chino, mundialmente conocido por el juego, hablaban esta semana de un hombre bastante libre que ofrecía cenas en las que no faltaba el alcohol, pese a una "orden permanente" de su hermanastro Kim Jong-un para eliminarlo físicamente, según jefes de los servicios secretos de Seúl.
Esta orden, dicen, fue ejecutada el lunes cuando dos mujeres asesinaron en nombre de Corea del Norte a Kim Jong-nam en el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur.
Sin embargo, la gente que conocía al primogénito de los Kim le describen como un hombre animado sin mucha protección y poco prudente.
"Creo que no iba con su carácter", confesó un amigo al diario South China Morning Post, añadiendo que Kim se movía sin guardaespaldas, en Macao y en todas partes.
"Llevaba una vida tranquila aquí. Evidentemente, se sentía protegido por China. Macao le convenía personalmente. De aquí le gustaban los lados buenos de la vida. Macao le ofrecía seguridad y diversión", contó este amigo, describiendo a un hombre alegre y de trato fácil.
Hijo mayor del antiguo dirigente norcoreano Kim Jong-il, Kim fue considerado durante un tiempo el heredero del régimen comunista norcoreano. Pero su padre cambió de opinión por razones desconocidas.
La aventura de Kim en Tokio en 2001, donde aterrizó en el aeropuerto con un pasaporte falso de República Dominicana -al parecer para visitar Disneyland- es a menudo citada para explicar la razón de su caída en desgracia.
En el exilio, solía comentar los asuntos norcoreanos. Sin reformas, el régimen de Pyongyang se derrumbaría, según citas recogidas por el periodista japonés Yoji Gomi, que escribió un libro sobre él en 2012.
Incluso llegó a calificar al régimen hereditario norcoreano como "el hazmerreír de todos" y confió al periodista que Kim Jong-un no duraría mucho tiempo como dirigente.
En Corea del Norte, país muy patriarcal, el hijo mayor es considerado como el heredero oficial de la familia: al padre fundador Kim Il-sung, fallecido en 1994, le sucedió su primer hijo Kim Jong-il, que murió en 2011.
Para Kim Jong-un, el hecho de ser el hijo de la tercera mujer de su padre era visto de alguna manera como una mancha en su expediente que le convertiría en un dirigente poco seguro de sí mismo y paranoico, según expertos.
"Si se confirma que el asesinato fue ordenado por Pyongyang, ello demostraría la personalidad paranoica de Kim Jong-un", declaró el jefe de los servicios secretos surcoreanos durante una reunión a puerta cerrada el miércoles, según el diputado surcoreano Kim Byung-kee.
A ojos de Jung-Byung-kon, analista en el Instituto coreano de Unificación Nacional, la posible posición de China también podría haber sido un motivo.
Pekín sigue siendo el salvavidas económico de Corea del Norte y el único aliado diplomático de este país pobre, incluso si las relaciones se han vuelto tensas tras una serie de ensayos nucleares y de misiles efectuados desde que Kim asumió la función suprema a finales de 2011.
"Incluso después de la toma de poder de Kim Jong-un, había esta idea en China de que Kim Jong-nam, hombre de mente abierta, tenía un mejor perfil para ser dirigente", añadió.
Esto le ha dado a Kim Jong-un tres razones para querer la muerte de su hermano mayor, opinó Hong Hyung-ik, del Instituto Sejong, grupo de reflexión en Seúl.
"Además del hecho de criticar abiertamente el régimen de Corea del Norte, Jong-nam es el primogénito, el primer hijo legítimo... y apoyaba a China", explicó Hyung-ik.
"Desde el punto de vista de Jong-un, había razones suficientes para matarlo", concluyó.