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Un avión de pasajeros sudcoreano que explota en el aire. Oficiales seducidos. Una agente secreta llevada de vuelta a Corea del Norte en un diminuto submarino.
Corea del Norte tiene un largo historial de mujeres espías a las que se les asignan algunas de las misiones más peligrosas. Por ello el arresto de dos mujeres en conexión con el asesinato esta semana de un miembro de la familia gobernante norcoreana que vivía en el exilio no hace sino alimentar las sospechas de que el Norte estuvo involucrado en la misteriosa muerte.
Los servicios de inteligencia de Corea del Sur creen que las dos mujeres envenenaron a Kim Jong Nam, medio hermano del gobernante norcoreano Kim Jong Un, cuando se encontraba en la zona de comercios del aeropuerto de Kuala Lumpur. Pero las autoridades han dado muy pocos detalles de la muerte de Kim y de las mujeres detenidas.
Aquí algunas de las mujeres espías más famosas de Corea del Norte:
KIM HYON-HUI
En noviembre de 1987, dos agentes norcoreanos que se hacían pasar por padre e hija colocaron una bomba de tiempo en un avión comercial sudcoreano que había hecho una escala en Abu Dhabi durante un vuelo de Bagdad a Seúl. La bomba estalló frente a la costa de Mianmar y mató a las 115 personas a bordo, según las autoridades sudcoreanas.
Los dos viajaban con pasaportes japoneses falsos y cuando estuvieron a punto de ser detenidos en un aeropuerto de Bahréin, intentaron matarse con pastillas de cianuro ocultas en cigarrillos. El hombre lo logró, pero la mujer, Kim Hyon-hui, fue maniatada antes de poder tomar la pastilla.
Kim tenía 27 años por entonces y fue extraditada a Corea del Sur. Le dijo a los investigadores que el objetivo del atentado era entorpecer los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988.
Fue sentenciada a muerte y luego perdonada porque se determinó que había sido engañada por los líderes norcoreanos. Escribió varios best-sellers y se casó con un ex oficial de inteligencia.
WON JEONG-HWA
Won Jeong-hwa, quien ingresó a Corea del Sur en el 2001 haciéndose pasar por una desertora del Norte, fue detenida y sentenciada a cinco años de cárcel en el 2008. Las autoridades sudcoreanas dicen que seducía a funcionarios y oficiales para sacarles información y que incluso planificó asesinatos. La prensa le decía "la Mata Hari norcoreana", en alusión a la bailarina exótica que hizo de espía durante la Primera Guerra Mundial.
Cuando fue liberada, Won dijo que la imagen de Mata Hari no se correspondía con la realidad y que había recurrido a relaciones sexuales una sola vez para sacar información. Agregó que se había enamorado de un oficial del ejército.
Aseguró que desobedeció la orden de matar a dos oficiales sudcoreanos envenenándolos.
A Won le costó empezar de nuevo tras recuperar la libertad. Insiste en que fue una espía de alto nivel, pero circularon versiones de que era solamente una informante cuya importancia fue exagerada por los fiscales sudcoreanos.
LEE SUN-SIL
En octubre de 1992, los servicios de inteligencia sudcoreanos anunciaron el arresto de 62 personas que colaboraban con los servicios secretos de Corea del Norte. Una de las cabecillas de esa célula era Lee Sun-sil, una mujer de 75 años que según las autoridades sudcoreanas operó en el Sur durante diez años.
Lee, quien se supone estaba en la jerarquía política norcoreana, nunca fue detenida porque ya había regresado a Corea del Norte cuando su célula fue desbaratada. Un ex agente norcoreano capturado a mediados de los 90 dijo que la había acompañado al Norte en un sumergible.
El agente capturado dijo que el fundador de Corea del Norte Kim Il Sung recibió dos veces a Lee en una de sus mansiones, le dio un título honorario y le regaló un reloj de oro con su nombre grabado en él.
Lee, quien integró el parlamento norcoreano, falleció en el 2000 y fue enterrada en el cementerio de los patriotas de Pyongyang, según el ex agente.