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Michael Flynn dimitió este lunes como asesor de Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, porque mintió acerca de sus contactos con Rusia y la situación se hizo "insostenible", según defendió hoy una de las principales consejeras del mandatario, Kellyanne Conway.
"Engañar al vicepresidente (Mike Pence) fue realmente la clave aquí", dijo Conway sobre la dimisión de Flynn, que ha provocado la primera gran crisis del Gobierno de Trump, en una ronda de intervenciones matutinas en varias cadenas de televisión.
La situación "se volvió insostenible", según Conway, quien agregó que Flynn decidió que lo mejor era renunciar porque él mismo "sabía que se había convertido en un imán para problemas".
Pocas horas antes de su renuncia, anunciada en la noche del lunes, Conway había asegurado que Flynn gozaba "de la plena confianza" de Trump.
Flynn, un general condecorado que asesoró a Trump en política exterior durante su campaña, mantuvo conversaciones con el embajador ruso en Washington, Sergey Kislyak, durante el periodo de transición entre el Gobierno del expresidente Barack Obama y el actual, e incluso antes de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.
En algunas de esas llamadas telefónicas, según ha admitido ahora Flynn, él y el embajador ruso pudieron haber hablado sobre las sanciones contra el Kremlin que el expresidente Obama impuso antes de dejar la Casa Blanca como represalia por la supuesta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses.
Mientras los rumores sobre el contenido de esas llamadas recorrían los despachos de Washington, Flynn aseguró al vicepresidente Pence, así como a otros altos cargos del Gobierno, que con Kislyak no había hablado de las sanciones contra Rusia.
En su carta de renuncia al cargo de principal asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, en el que duró apenas 24 días, Flynn sostuvo que proporcionó "información incompleta" al vicepresidente y a otros sobre sus conversaciones con el embajador ruso.
Lo que no aclaró Conway hoy es qué sabía y cuándo supo Trump de esos contactos de Flynn con el embajador ruso.
Además, Conway también dijo desconocer si Trump y Pence estaban al tanto de que el Departamento de Justicia advirtió a finales de enero a la Casa Blanca de que Flynn podía estar en una posición comprometida por sus contradicciones sobre sus contactos con Kislyak, e incluso ser vulnerable a posibles chantajes del Kremlin.
Mientras, los demócratas en el Congreso están exigiendo que, a raíz de la renuncia de Flynn, se abra una investigación sobre los contactos de asesores de Trump con Rusia durante y después de la campaña electoral.
En la misma línea, el Comité Nacional Demócrata (DNC) pidió hoy en un comunicado a los republicanos que apoyen una investigación "independiente y bipartidista", al estilo de la comisión creada tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra EU, sobre las "conexiones" de Trump y su equipo con Rusia.
Tras aceptar la dimisión de Flynn, Trump nombró como asesor de seguridad nacional interino al teniente general retirado Joseph Keith Kellogg, un general condecorado del Ejército de Estados Unidos que combatió en Vietnam.
Como potenciales sucesores permanentes de Flynn, la Casa Blanca baraja, entre otros, a Robert Harward, exsubcomandante del Mando Central de EU.; y al general retirado David Petraeus, quien dimitió como director de la CIA en 2012 tras conocerse que facilitó información clasificada a su amante.
ae