El ministro austríaco de Exteriores, el conservador Sebastian Kurz, mostró hoy comprensión por los planes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien desea construir un muro a lo largo de la frontera mexicana.
"Cada presidente americano ha tratado hasta ahora de regular la inmigración a Estados Unidos", dijo Kurz en declaraciones a la agencia de noticias austríaca APA.
"Y cada país del mundo trata de dirigir la migración y no permitir que suceda de forma descontrolada", agregó el ministro, uno de los artífices del cierre el año pasado de la llamada "ruta de los Balcanes" a través de la cual llegaron más un millón de refugiados de Oriente Medio a Europa central.
Según Kurz, aquellos que en 2015 y 2016 abogaban por fronteras abiertas y que estaban a favor de una inmigración masiva ilegal han entendido hoy que eso fue un error.
En todo caso, el ministro austríaco agregó que se necesita separar la necesidad de más protección fronteriza de la cuestión sobre quién debe pagar por el muro.
Según Trump, México deberá pagar -aunque sea indirectamente- por el muro que planea construir a lo largo de unos 3 mil kilómetros de frontera común.
La experiencia de Austria, que tiene cientos de kilómetros de frontera con países excomunistas en el este y sureste de Europa, muestra que la mejor forma de protección son "las patrullas clásicas de policía y ejército con ayudas técnicas como vallas, cámaras de vigilancia nocturna y aviones no tripulados", dijo Kurz.
A pesar de su comprensión por la protección de las fronteras, el ministro austríaco criticó los intentos de Turmp de vetar la entrada a los ciudadanos de siete países mayoritariamente musulmanes.
"No me parece bien que se juzguen ciertos países de forma generalizada", dijo el ministro.
La lucha contra el terrorismo internacional es importante, señaló Kurz, aunque agregó que "no se podrá ganar si se coloca a países enteros bajo sospecha general".
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