El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, buscaron ayer estrechar vínculos diplomáticos a través de una ronda de golf en Florida.
Los mandatarios practicaron su “swing” en el Trump National Golf Club, en Jupiter, Florida. Después de cuatro horas en el club, el presidente publicó en Twitter una foto junto al primer ministro japonés en el campo de golf. “¡Pasando un gran momento acogiendo al primer ministro Shinzo Abe en Estados Unidos!”, indicó.
Abe señaló que la partida le serviría para “tener tiempo de hablar con Donald sobre el futuro del mundo y el futuro de la región”. Esta cita deportiva tiene un significado particular para él, ya que hace más de medio siglo su abuelo Nobusuke Kishi, entonces primer ministro, compartió su afición por el golf con el presidente de EU de la época, Dwight Eisenhower.
La reunión del fin de semana es la primera que realiza Trump en su complejo turístico Mar-a-Lago con un líder internacional. Washington y Tokio han dicho que el viaje a Florida es una muestra de la importancia que ambos dan a la relación EU-Japón.
Abe, en particular, trató de aliviar las preocupaciones en Japón sobre el futuro de una alianza de décadas con Estados Unidos bajo el gobierno de Trump, quien había generado inquietud por sus dichos sobre el gasto militar estadounidense en Tokio durante su campaña presidencial.
La estrategia de Trump sobre Asia dio un giro radical en las últimas 48 horas con el encuentro con Abe y la llamada telefónica con el presidente de China, Xi Jinping.
Por la tarde, el presidente de EU habló por teléfono con su par de Colombia, Juan Manuel Santos, a quien reiteró el apoyo de su país a la paz colombiana. “Sostuvimos una productiva conversación con Donald Trump, quien me expresó su apoyo a la paz y deseo de mantener las mejores relaciones con Colombia”, tuiteó Santos.
El líder colombiano indicó que su homólogo estadounidense lo invitó a la Casa Blanca —no precisó fecha— para “hablar y estrechar lazos” entre ambos gobiernos.