Una ola de frío con temperaturas de hasta 34 grados bajo cero azota a varios países de Europa, donde ha dejado hasta ahora al menos 24 muertos y cientos de vuelos cancelados, además se espera que el tráfico marítimo y las escuelas cierren mañana lunes.
De los fallecimientos, 10 se han registrado en las últimas horas en Polonia, ocho en Italia, tres en la República Checa, dos en Bulgaria y uno en Grecia, sin embargo la ola gélida también afecta a Turquía, Rusia, Alemania, Austria y Hungría.
En Polonia, al menos 10 personas murieron en los últimos dos días a causa de las bajas temperaturas, por debajo de los 25 grados centígrados, según el centro de seguridad del gobierno, aunque desde noviembre pasado el frío ha matado a 55 personas en este país.
En Italia, ocho personas han fallecido en las últimas 48 horas a consecuencia de las nevadas, entre ellas dos polacos, un rumano, un indio y el resto italianos, además los vuelos y transbordadores fueron cancelados y las escuelas en el sur del país cerrarán mañana lunes.
Las nevadas afectan particularmente el centro de Italia y las comunas de Amatrice y Accumoli, afectadas por los terremotos de agosto pasado.
Protección Civil de Italia mantiene este domingo la alerta por la ola de frío que afecta a todo el país, con especial intensidad en el centro y sur, donde las comunicaciones por carretera, tren, avión y mar sufren las consecuencias en forma de cancelaciones y retrasos.
Los aeropuertos de Sicilia, Bari y Brindisi reabrieron este domingo tras haber cerrado el sábado, mientras las comunicaciones por tren han vuelto a la normalidad excepto en Sicilia, donde las fuertes nevadas dificultaban el servicio entre Parlemo y Catania.
En República Checa, otras tres personas perdieron la vida, dos de ellas personas sin hogar en Praga, informaron los servicios de emergencia, que destacaron que la temperatura más baja, de menos 34.6 grados, se registró en Sumava, cerca de la frontera con Alemania.
En tanto, en Bulgaria dos migrantes iraquíes han sido encontrados muertos en un bosque en el sureste del país, mientras en Grecia un emigrante afgano murió el fin de semana, además varias autopistas fueron cerradas.
En Atenas, las temperaturas cayeron a menos 17 grados centígrados y en varias islas, algunas de ellas llenas de campos de refugiados, se registraron severas nevadas, las cuales causaron cortes de luz y el cierre de carreteras.
Una fuerte tormenta de nieve paralizó la vida en Estambul, Turquía, con cientos de vuelos cancelados y el Bósforo cerrado al tráfico marítimo.
La compañía aérea Turkish Airlines canceló al menos 500 vuelos en dos días, en los aeropuertos Atatürk y Sabiha Gökçen, ya que las condiciones meteorológicas afectan a la visibilidad de los pilotos.
En tanto, Rusia vivió su navidad ortodoxa más fría en 120 años, pues la noche del viernes al sábado las temperaturas llegaron en Moscú a los 30 grados bajo cero, las más bajas desde que comenzó el invierno boreal, según la agencia rusa de noticias Itar-Tass.
Según los meteorólogos, las temperaturas son entre 12 y 15 grados más bajas de lo que es habitual por esta época, si bien no se ha llegado a los temidos 40 grados bajo cero que se habían pronosticado.
El récord de frío en la capital rusa en la Nochebuena ortodoxa se registró en 1891 con -34.8 grados, y la temperatura más alta se midió en 2007 con 3.5 grados.
En Alemania, Austria y Hungría, los termómetros marcaron temperaturas de hasta 31 grados centígrados bajo cero, causando múltiples accidentes.
lsm